El hecho se produjo cuando el delegado de la consejería de la Presidencia en Lugo, Alfredo Sánchez Carro, estaba ayudando a Fraga a calzar las botas de monte, momento en el que un fotógrafo disparó su objetivo.

El titular del ejecutivo gallego se revolvió y le increpó. "No quiero que haga esa foto por una razón hormonal, porque no me sale de los cojones". La decisión del fotógrafo de velar el carrete para evitar más problemas, no convenció a Sánchez Carro, que trató de que el autor de la fotografía se disculpara ante Fraga, al tiempo que justificaba la postura del presidente gallego citando los derechos constitucionales: "El presidente salió en mi defensa porque no quería que apareciera como un palanganero", dijo.

El incidente ha causado hondo malestar entre los profesionales de la informacíón, que han tenido que sufrir situaciones similares desde ue Fraga gobierna en Galicia.

Tras este último incidente de Lugo, la asociación de la prensa de esta provincia difundió un comunicado en el que pone de manifiesto que el incidente es fruto de una trasnochada concepción de las relaciones entre los representantes de las instituciones y los medios de comunicación.