Esta cantidad es un 18,3 por ciento superior a los 42.963 millones de pesetas abonadas por el Fogasa a los trabajadores en 1991, lo que pone de manifiesto los efectos que la crisis económica está teniendo en las empresas y la negativa evolución del empleo en 1992.

Los beneficiarios de estas prestaciones fueron un total de 108.40 trabajadores, 9.648 más que en 1991, que pertenecían a 19.800 empresas, frente a las 18.470 afectadas el año anterior.

La mayoría de los pagos realizados por el Fogasa durante 1992 fueron destinados a personas afectadas por situaciones de insolvencia de sus empresas, alrededor de un 90 por ciento de las prestaciones, y el resto se repartieron entre trabajadores de empresas sujetas a regulaciones de empleo y afectadas por quiebras.

Las empresas más afectadas en 1992 por quiebras, suspensiones de agos y regulaciones de empleo fueron las pequeñas, las que tienen una plantilla inferior a 25 trabajadores, frente a las que cuentan con más de 1.000 empleados.

PRINCIPALES BENEFICIARIOS

Los principales beneficiarios de las prestaciones abonadas por el Fogasa el año pasado fueron los trabajadores de las comunidades autónomas de Cataluña, Valencia, País Vasco, Madrid, Andalucía y Galicia.

Los pagos realizados por el Fogasa en 1992 superan a los realizados en los tres años anteriores, que ascendiron a 43.629 millones de pesetas en 1989, 39.846 millones en 1990 y 42.963 millones en 1991.

El "record" de prestaciones abonadas por el Fogasa, que se financia con las aportaciones de empresas públicas y privadas, se alcanzó en 1987, ejercicio en el que los pagos ascendieron a un total de 70.859 millones de pesetas.

La prestación que reciben los trabajadores del Fondo de Garantía Salarial ha crecido casi un 50 por ciento entre 1982 y 1992, pasando de las 313.668 pesetas cobradas de media por cad trabajador en 1982 a las 468.730 pesetas recibidas el año pasado.