EL FMI PREVE UN CRECIMIENTO PARA ESPAÑA DEL 2,3% EN 2002 Y UN DEFICIT DEL 0,25% DEL PIB
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El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un crecimiento de la economía española para 2002 del 2,3%, seis décimas por debajo de la estimación del Gobierno español (2,9%), con lo que el año se cerraría con un déficit de alrededor del 0,25% del PIB, según las conclusiones preliminares del informe de este organismo sobre España.
En la presentación de estas conclusiones, el secretario general d Política Económica y Defensa de la Competencia, Luis de Guindos, restó importancia a que el FMI rebaje las previsiones del Gobierno español, y dijo que las proyecciones económicas del Ejecutivo español siempre han sido más acertadas que las de los organismos internacionales.
Tras afirmar que "hay que desdramatizar la importancia de unas décimas" en estas grandes cifras, De Guindos destacó que lo importante es que España seguirá creciendo a un mayor ritmo que la media de la zona del euro, para la que l FMI prevé un crecimiento en 2002 del 1,5%. Además, indicó que si el crecimiento de España se acerca al 2,3%, ese déficit del 0,25% sería muy reducido y plenamente compatible con la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
En el informe del FMI se apunta que la economía española es la que ha mostrado el mayor dinamismo sostenible de las economías grandes de la Eurozona en los últimos cinco años, gracias a las firmes políticas adoptadas hacia la estabilidad macroeconómica y a las reformas estructurales llevdas a cabo.
A corto plazo, las perspectivas del FMI señalan que, aún con las incertidumbres derivadas de los atentados del 11 de septiembre, la economía española debería mantener un crecimiento "claramente por encima de la media de la zona del euro", concretamente del 2,3% en 2002. La inflación caerá por debajo del 2,5% al final de 2002 y la tasa de paro seguirá bajando, aunque el FMI no da cifras concretas en su informe preliminar.
El FMI, que cree que estos resultados podrían ser mejores, aunqu apunta que también hay riesgos a la baja, considera que la clave de España para afrontar los retos futuros está en una política que mantenga sus firmes compromisos con los objetivos de medio plazo, continuando la convergencia real de España con los países más avanzados de Europa.
A su juicio, la política económica debe centrarse en el aumento de la capacidad de crecimiento en el medio plazo, y la consolidación fiscal, que, para el FMI, ha sido la pieza clave para la fuerte y estable expansión de los ltimos años, debe mantenerse. En este sentido, valora la Ley de Estabilidad Presupuestaria y el nuevo modelo de financiación autonómica.
Para este organismo, el Gobierno español ha hecho bien en establecer el objetivo de presupuesto equilibrado para 2002, dada su previsión de crecimiento del 2,9%, pero si el crecimiento finalmente está cercano al 2,3%, se debería tolerar un modesto déficit del 0,25% del PIB, lo que estaría, según el FMI, en línea con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
El FMI eñala que España se enfrenta a un problema de envejecimiento de la población, con el consiguiente efecto en el sistema de pensiones, mayor, aunque más tardío, que la mayoría de países europeos; y propone reformas en el sistema de pensiones para prolongar la vida activa, el desarrollo de planes de pensiones de empresa y la mejora de la relación entre cotizaciones y prestaciones como medidas para afrontar esta situación.
MERCADO LABORAL
En relación con el mercado de trabajo, el FMI apoya las reformas cometidas por el Gobierno y destaca, que estas reformas, junto con la moderación salarial, han sido cruciales para que el crecimiento haya sido más rico en empleo, por lo que cree que deben continuarse. En concreto, plantea que los costes de contratación y despido siguen siendo altos, que el seguro de paro necesita ser más eficiiente y que se precisan mayores descuentos en las pensiones de jubilación anticipada.
También aboga porque se aumente la diferenciación salarial y porque exista una relación efctiva entre los salarios y la productividad, con libertad para que los salarios varíen regional y localmente y evitando el efecto cascada de los incrementos salariales.
El FMI, que recomienda también a España una reforma del IPRPF que dé prioridad a los incentivos al trabajo y que rebaje los tipos impositivos, termina su informe indicando que la economía española es competitiva, y señala que esta competitividad dependerá en el futuro de la actitud de los responsables de la política económica, las emprsas y los sindicatos, y, sobre todo, del papel de las comunidades autónomas.
Como conclusión, el FMI señala que "la clave está en seguir impulsando las reformas fiscales y estructurales. En este sentido, no hay mejor garantía de futuro que la experiencia española en las reformas económicas de los años recientes: es un historial impresionante sobre el que seguir construyendo".
Para De Guindos, las proyecciones del FMI para la economía española son "bastante positivas". A su juicio, de las conclusines preliminares del informe se desprenden que el FMI da un amplio apoyo a las actuaciones del Gobierno español en materia de política económica y a la estrategia de futuro.
(SERVIMEDIA)
29 Oct 2001
NLV