Así se recoge en la actualización de sus previsiones macroeconómicas en el marco del Artículo IV tras su visita a España, en la que también apela a “intensificar el esfuerzo de consolidación” fiscal a “por lo menos” 0,6 puntos porcentuales anuales a partir de 2024. Según el organismo, esto “permitiría encauzar la deuda en una firme trayectoria descendente y ayudaría a lograr una posición fiscal estructural casi equilibrada para el fin de esta década”.

En esta ocasión, el capítulo de políticas financieras ocupa casi un tercio del documento del FMI, que pone el foco, entre otras cosas, en la proposición de ley de PSOE y Unidas Podemos que se votará este jueves en el Congreso de los Diputados.

Ante la previsión de que los precios de la energía permanecerán “en niveles elevados el próximo año”, el organismo internacional da la "bienvenida" a la pretensión del Gobierno de financiar las medidas de apoyo a los más vulnerables a costa de incrementar la presión fiscal a los más beneficiados de la crisis actual.

PODRÍA INCIDIR EN LOS COSTES

Sin embargo, advierte de que “será importante vigilar la incidencia de los gravámenes sobre la disponibilidad de crédito, los costes del crédito y la resiliencia de los bancos, así como sobre los incentivos a la inversión de las empresas energéticas”, por lo que es "necesario" que exista un “seguimiento" de su "impacto".

“En el presupuesto se propone subir temporalmente los impuestos de las empresas y los hogares de altos ingresos que se han visto menos afectados por la crisis energética para financiar el apoyo a los más vulnerables, lo cual es apropiado”, reza el informe. “[No obstante], las condiciones financieras más restrictivas y las perspectivas macroeconómicas menos favorables podrían incidir de forma sustancial en los costes debido a un aumento de los activos deteriorados en escenarios de estrés”, subraya el documento.

En paralelo, el FMI manifiesta que estas medidas “deben ser temporales” y no pueden considerarse “como un reemplazo de la necesaria reforma tributaria a medio plazo”. Asimismo, muestra su desagrado con que los gravámenes se apliquen a los ingresos en lugar a los beneficios y se opte así por no tener en cuenta los costes de las empresas afectadas.

CONSOLIDACIÓN FISCAL

Por otro lado, la institución liderada por Christine Lagarde avisa de que la deuda pública de España “sigue siendo elevada y se necesitaría un esfuerzo sostenido de consolidación para reconstruir el colchón fiscal”.

Reconoce que la respuesta del Gobierno a la pandemia de la covid-19 “fue muy eficaz", pero lamenta que también fue "costosa” en términos de deuda, por lo que llama ahora a “emprender una consolidación fiscal discrecional en 2023” para “impulsar la confianza de los inversores y a contener las presiones inflacionarias”.

Sobre los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023, ve “apropiado” el ritmo de reducción del déficit estructural establecido por el Gobierno, de 0,3 puntos porcentuales del PIB. Pero en paralelo advierte de que este objetivo está sujeto a riesgos porque “depende en parte de la continua solidez de los ingresos y de un menor gasto en medidas energéticas en 2023”, y llama a sustituir las medidas “generales” por otras “más focalizadas”.

MEDIDAS "MÁS FOCALIZADAS"

“Podría, de hecho, generar ahorros con respecto al año en curso”, prosigue el escrito, que avisa también de que un hipotético “aumento sostenido de los tipos de interés” incrementaría la “proporción de recursos destinados a pagos de la deuda” y reduciría, por tanto, el margen fiscal.

Por último, el FMI llama a “intensificar” el ajuste fiscal “a por lo menos 0,6 puntos porcentuales por año a partir de 2024”. “Permitiría encauzar la deuda en una firme trayectoria descendente y ayudaría a lograr una posición fiscal estructural casi equilibrada (acorde con el marco fiscal nacional de España) para el fin de esta década”, señala el informe.