En concreto, será la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional la que juzgue a Mardones y Oña, una vista en la que también se sentará en el banquillo de los acusados el presunto colaborador de la banda Luis Samuel Damborenea.

La representante del Ministerio Público acusa a los etarras de los delitos de robo de vehículo, detención ilegal, atentado contra los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y tenencia ilícita de armas. Por otro lado, solicita para Damborenea ocho años de cárcel por un delito de colaboración con organización terrorista.

Según el escrito de calificaciones de la fiscal, Mardones y Oña formaban parte en 2003 del "comando Ezkaurre" de ETA, junto con Arkaitz Otazua -fallecido- y Urtzi Gainza, en situación de rebeldía.

Tras recibir órdenes de los dirigentes etarras Garikoitz Azpiazu, alias "Txeroki", y Ainhoa Múgica, los cuatro miembros del comando, siempre según el relato del fiscal, se reunieron junto con Damborenea en un piso de la localidad de Entrena (La Rioja) para preparar un atentado contra la Ertzaintza.

El 14 de septiembre de 2003, los etarras se desplazaron en el vehículo de la madre de Otazua hasta el municipio alavés de Lagrán, en donde, sobre las 21.30 horas, abordaron pistola en mano y cubriéndose el rostro con pasamontañas a los ocupantes de un vehículo Fiat Uno, a los que, identificándose como miembros de ETA, obligaron a descender del vehículo y les dejaron atados a un árbol de un bosque cercano.

Un poco más tarde, sobre las 22.00 horas, los etarras desplazaron el vehículo robado hasta el Alto de Herrera (Álava), donde simularon un accidente dejando el coche atravesado en la calzada, y avisaron a la central de emergencias, que alertó a la Policía Autónoma Vasca.

Dos agentes de la Ertzaintza procedentes de la comisaría de Laguardia (Álava) llegaron al lugar media hora más tarde y fueron atacados por sorpresa por Mardones y Otazua, que les dispararon con una pistola y una escopeta recortada.

Entonces se inició un tiroteo entre los etarras y los ertzainas, que se saldó con la muerte de Otazua y con los agentes gravemente heridos. Los "ertzainas" salvaron la vida gracias a los chalecos antibala que portaban.

Mardones, Oña y Gainza huyeron en el vehículo robado y abandonaron el coche en Torremontalvo (La Rioja), tras lo que viajaron hasta Francia. Mardones y Oña fueron detenidos el 24 de julio de 2004 cuando intentaban reconstruir el "comando Vizcaya" de ETA.