Tribunales
La Fiscalía de Madrid investiga un centro de transfusión veterinario por drenar sangre a los animales hasta matarlos
- Protectoras de la Comunidad de Madrid se hacen cargo de tres centenares de animales rescatados
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
La Fiscalía de Madrid investiga un centro de transfusión veterinario que drenaba sangre a los animales hasta matarlos. Agentes del Seprona registraron tanto la finca situada en Humanes como el laboratorio y encontraron decenas de animales en pésimas condiciones, además de centenares de bolsas de plasma listas para su distribución. La Guardia Civil liberó a casi 300 ejemplares, entre los que había perros, gatos y conejos.
El dueño de la empresa y otra persona fueron detenidos, pero han quedado en libertad a la espera de que prosigan las investigaciones. El Ministerio Público le acusa de intrusismo profesional porque para practicar extracciones y transfusiones a los animales hay que ser veterinario y el nombre del investigado no consta en el colegio oficial.
Después de la operación , se solicitó de manera urgente ayuda a las asociaciones protectoras colaboradoras de la Comunidad de Madrid que acogieron a los animales libertado pese a la saturación de sus instalaciones.
Las asociaciones Fapam, ALBA, ANAA, Acunr, Rivanimal, SPAP, Animal Rescue, AXLA, APAP Alcalá, PROA, La Voz Animal Y El Cicam han colaborado en el trasladando los animales a sus centros de adopción y casas de acogida. La mayoría son galgos, que son donantes universales, aunque también había gatos y conejos. Algunos de ellos han tenido que ser ingresados y permanecen en estado crítico.
Durante la operación se encontraron varios animales gravemente heridos que tuvieron que ser trasladado de urgencia a clínicas veterinarias. Vivían en pésimas condiciones higiénico sanitarias, en instalaciones de ganadería que no cumplían lo más mínimo las necesidades acordes a su especie, todos con heridas, y muchos al borde de la muerte.
El querellado contaba con unas instalaciones en el municipio madrileño de Humanes donde tenía a los animales, fundamentalmente gatos y perros. Sometía a los animales a “prácticas dolorosas y crueles” para extraerles gran parte o todo su volumen sanguíneo, "sin lograr reponerlo adecuadamente y hasta causarles la muerte con una punción perforante hacia la región del corazón".
El único propósito de este tipo de actividades era la “completa” extracción de sangre a los animales que era trasladada en neveras portátiles hasta el local donde se encuentra el laboratorio y, una vez allí, se preparaba la sangre extraída para su posterior venta, comercialización y distribución en las distintas clínicas veterinarias de la Comunidad de Madrid.
(SERVIMEDIA)
18 Jun 2022
SGR/mjg