El ministerio publico retiró la acusación contra dos de los acusados, Iñaki Celaia y David Calleja, ya que, en el primer caso, el ertzaina ue le detuvo no hizo constar en el atestado los hechos por los que había sido detenido, y en el segundo, porque la Ertzaintza no le vió arrojar piedras ni proferir insultos contra los agentes.

Por su parte, la fiscalía mantuvo las solicitudes de penas para el resto de los acusados, a excepción de Asier Oyarzabal que no pudo ser juzgado al encontrase huido de la justicia y al que la Policía vincula con la organización terrorista ETA.

Las penas solicitadas son de 2 meses de arresto para cada uno delos 7 jóvenes que eran menores de edad en el momento de ser detenidos; 1 año de prisión menor para un súbdito italiano que no compareció en el juicio; 18 meses de prisión para otros 10 de jóvenes, y 2 años, 4 meses y un día para un ex toxicómano, al tener antecedentes por delitos de robo. Todos ellos están acusados provocar desórdenes públicos y atentados contra la autoridad.

Todos los abogados defensores solicitaron la libre absolución de sus clientes, manteniendo la negativa de que los jóvenes lanzaan piedras y otros objetos contra la Ertzaintza y asegurando que se encontraban en el lugar de los hechos por curiosidad o intentando adentrarse en la Parte Vieja, donde habían quedado citados.

Asimismo, todos ellos reiteraron la solicitud de nulidad de las actuaciones desde el momento en que se presentaron las acusaciones contra los inculpados, al considerar que no se concretaban los delitos que se les imputaban a cada uno de los acusados por separado.

Durante todo el juicio, declararon como tesigos, alrededor de una treintena de agentes de la Policía Autónoma, así como 15 personas solicitadas por las defensas.