Los jóvenes insumisos, que se negaron en enero de 1991 a embarcar rumbo al Mar Rojo, llegaron al juzgado cartagenense acompañados de numerosos miembrosde coordinadoras antimilitaristas de Cartagena y Barcelona.

Mientras el fiscal hizo su petición de un año y diez meses de cárcel para los acusados, el abogado defensor pidió la suspensión del proceso "ante la posible anticonstitucionalidad del mismo", alegando la no existencia del fallo del Tribunal Constitucional respecto al recurso de amparo que los dos jóvenes presentaron en su día y que motivó la cancelación de la búsqueda y captura que pesaba sobre ellos hasta entonces.

En la sesión de hoy, l juicio ha quedado visto para sentencia. Está previsto que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre este asunto el próximo día 20 de junio y que, posteriormente, el juez togado militar dicte sentencia.

Los acusados alegaron motivos de conciencia para su deserción, y uno de ellos, Manuel Blázquez, declaró a Servimedia que "nuestra conciencia vale más que todo el militarismo de este país y no nos pueden comprar con medallas".

Asimismo, Blázquez indicó en la sala que "me invadió el terror cuano me enteré de que tenía que participar en la guerra del golfo Pérsico, que no era mi guerra y que no sabía cómo podría volver".

Por su parte, José Antonio Escalada, declaró que "el servicio militar obligatorio tiene los días contados" y añadió que "el servicio militar obligatorio tiene los días contados. Nosotros somos civiles y no debería juzgarnos un tribunal militar".

Blázquez decidió no embarcar en la corbeta "Victoria" y Escalada abandonó la "Infanta Elena" en enero de 1991. Los dos acusado, además de abandonar los barcos, decidieron no reincorporarse al servicio militar y estuvieron un tiempo escondidos hasta que se entregaron al juez togado militar y pasaron tres meses en el penal militar Santa Lucía de Cartagena.