El juicio contra el conocio como "violador de Alcalá" comenzó hoy en la Audiencia de Madrid, después de que la causa se dividiera en dos sumarios diferentes.

En el primero de ellos se sigue el proceso contra Hidalgo López por un delito de robo con violación, en septiembre de 1990, por el que el ministerio público pide 23 años y 4 meses, además de un millón de pesetas de indemnización para la víctima, Araceli Ruiz.

Estos hechos acaecieron a las 6 de la mañana del día 30 cuando, según declaró la joven ante el tribunal, éstase disponía a entrar en el portal de su domicilio y un individuo le asaltó por la espalda y la obligó a entrar en el edificio.

En el interior, su agresor le pidió dinero y, tras mantener un forcejeo con ella, la llevó hasta un hueco cercano, donde la penetró. La joven precisó que no opuso demasiada resistencia porque aunque no vio ningún arma, "sintió algo en la espalda".

El supuesto violador negó estos hechos y mantuvo que la noche anterior estuvo en la boda de un primo hasta las diez y media, hra en la que llevó a su novia a su casa para irse con algunos familiares a una discoteca.

Este punto fue ratificado por la novia del procesado, María del Carmen Jiménez, que sin embargo no logró recordar si la boda fue en la tarde del día 30 o el día anterior.

Ante la duda, el tribunal decidió suspender la vista hasta el próximo día 17, para que el párroco de Alcalá certifique ante la sala el día exacto en que se celebró el matrimonio.

OCHO AGRESIONES

Apenas media hora después se inició lasegunda vista contra Hidalgo López, enjuiciado por otras tres violaciones y cinco agresiones, por las que el fiscal pide penas que suman 90 años de cárcel.

El primero de los delitos se cometió el 28 de noviembre de 1988 y el resto entre septiembre y octubre de 1990, la mayoría en parques y descampados de Alcalá de Henares, aunque también se produjeron asaltos en algunos portales, uno de ellos a una mujer que subía en el ascensor con su hijo de 9 meses en brazos, a la que robó y realizó varios tocamienos.

Según el fiscal, el agresor, que ya fue condenado en una ocasión por agresión sexual, utilizaba machetes, cristales o navajas para intimidar a sus víctimas.

El procesado negó uno a uno los hechos, alegando en su defensa que por aquellas fechas trabajaba en una empresa de limpieza con horarios de tarde y noche.

La mayoría de las víctimas, que testificarán ante el tribunal mañana, reconocieron al procesado como su agresor en las ruedas de reconocimiento efectuadas durante la fase sumarial. En la sesión de hoy comparecieron los peritos psiquiatras que reconocieron a Hidalgo López, que declararon que el procesado presenta una personalidad emocional normal, aunque "en los límites de la racionalidad", y algunos de los médicos que asistieron a las mujeres después de haber sido agredidas.