A su juicio, tanto con el cese de Ortiz Urculo como con el traslado de la fiscal María Dolores Márquez de Prado fuera de la Audiencia Nacional se ha puesto fin a la "lamentable situación creada por la falta de autoridad n el seno de la más alta esfera de la Fiscalía".

No obstante, González expresó su sorpresa por el hecho de que una decisión de tanta importancia como el cese del fiscal general y el nombramiento de uno nuevo se haya tomado sin dar explicaciones. "Crisis de tal calado no se pueden resolver sin motivación", dijo este portavoz de JpD, quien expresó su deseo de que el nuevo fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, ponga definitivamente orden en la Audiencia Nacional nombrando al fiscal jefe de este tribnal, plaza que se encuentra vacante desde que Ortiz Urculo cesó a José Aranda, en enero de este año.