La UPA considera que las medidas tomadas por el departamento que dirige Miguel Arias Cañete "son claramente insuficientes, dado el carácter altamente contagioso de la enfermedad y el elevado riesgo que tiene España por las importaciones procedentes de los países comunitarios".

A juicio de esta organización, "se está perdiendo un tiempo muy valioso y se debe realizar de manera inmediata una política basada en la precaución y la cautela, con el fin de ir deante de los acontecimientos y no detrás de ellos".

Por ello, la UPA considera que se deben de cerrar las fronteras no sólo a la carne fresca, sino también a la leche cruda y productos derivados que no hayan sido sometidos a un tratamiento que elimine cualquier riesgo de contagio.