En un comunicado, FIAPAS informa de que esta acción se dirige a un amplio colectivo de niños que presentan en la etapa escolar problemas auditivos: unos permanentes y otros transitorios, que son difícilmente detectables ya que, en principio, no existe la manifiesta dificultad de acceso al lenguaje oral que presentan los niños que nacen con sorderas prelocutivas severas y profundas.

Sin embargo, pueden suponer importantes secuelas para el desarrollo del lenguaje oral, los aprendizajes escolares, el aprendizaje de la lectoescritura, para la conducta y el desarrollo general del niño.

Por ello, los profesionales de los Servicios de Atención y Apoyo a Familias de FIAPAS han puesto en marcha en los centros escolares unos talleres formativos, dirigidos a los alumnos y a los profesores de educación infantil y primero y segundo ciclo de primaria, con objeto de proporcionar a los profesores y a las familias información general y formación sobre los problemas auditivos, para su prevención y adecuada atención.

COLABORACIÓN

Además, a partir del análisis de los casos detectados y de la naturaleza de las consultas recibidas como consecuencia de esta labor preventiva, se realizaráun estudio de la incidencia de estos problemas auditivos con objeto de implicar a las administraciones competentes para que se pongan en marcha acciones de este tipo en otros centros escolares y, así, beneficiarse de las mismas un mayor número de niños, profesores y familias.

Según datos de la Comisión para la Detección Precoz de la Sordera, cinco de cada mil recién nacidos presentan sordera permanente de distinto grado, lo que en España supone que alrededor de dos mil familias, cada año, están afectadas por la presencia de una discapacidad auditiva en uno de sus hijos.

En España, alrededor de 1.500 niños nacen con sorderas permanentes, leves y moderadas que, en la mayoría de las ocasiones, pasarán desapercibidas hasta que el niño tenga 4-5 años, momento en que debería de producirse una maduración en su lenguaje oral y en sus aprendizajes.

Más del 20% de las sorderas infantiles permanentes son adquiridas, es decir, no están presentes en el momento de nacer. El 4% de los niños oyentes de edades comprendidas entre los 3 y 4 años presentan otitis medias que afectan a su audición. Esta incidencia puede aumentar si confluyen otras características tales como: alergias, padres fumadores, escolarización, condiciones climáticas.