El director artístico del Festival manchego, Juan Carlos Villacampa, manifestó hoy a Servimedia su pesar por la decisión del consistorio toledano y su convencimiento de que todo esto responde a la polémica desatada por grupos de ultraderecha contra la representación de la obra en el Teatro Alfil de la capital española.

Con una diferencia, puntualizó, "allí eran grupos muy concretos de extrema derecha y aquí han sido desde las autoridades eclesiásticas hasta algunos cristianos de base, lo que me parece algo más preocupante".

Villacampa opinó que desde la organización del Festival "respetamos a los que no les guste Leo Bassi y pedimos que respeten a los que sí les gusta". Recordó que no es la primera vez que Bassi actúa en los seis años de historia del evento cultural, y subrayó que "el que no quiera verlo, con no ir a verlo, pues creo que es suficiente".

Preguntado por las consecuencias que tendrá la retirada de la ayuda pública municipal, el responsable del Festival admitió que la pérdida de esta subvención "no es poca cosa. Es un tanto por ciento elevado para nuestras posibilidades".

La Junta de Castilla-La Mancha, sin embargo, mantiene su ayuda, que procede de la Dirección General de Juventud. También la Consejería de Educación participa en el Festival cediendo el salón de actos de la Escuela de Arte de Toledo donde, desde el pasado 3 de marzo, se desarrolla esta actividad.

Sobre la posibilidad de retirar la obra del cartel, Villacampa se mostró tajante y reiteró que la gente es libre de acudir a los teatros, al tiempo que confirmó la obra de Bassi cerrará el Festival el próximo sábado, como estaba previsto.

"Hemos hablado con Bassi, quien nos dijo que si era cuestión económica bajaría el caché y que el problema económico se podía solventar", reveló.

"Cuando decidimos que seguíamos adelante con el espectáculo", agregó, "Bassi nos lo agradeció y me comentó que a un amigo suyo al que le han dado el premio Max al mejor actor de teatro, cuando recibió el premio se lo dedicó al arzobispo de Toledo", Antonio Cañizares, quien el pasado domingo, durante su homilía en la catedral, tildó el espectáculo de "blasfemo, anticristiano e insulto a la Iglesia"