Así lo indicó la gerente de Responsabilidad Corporativa de Ferrovial, Cristina Moral, en un acto organizado por Servimedia bajo el título ‘La empresa como agente social en crisis humanitarias’, en el que también participaron la directora general de la Fundación Seres, Ana Sainz; la directora de Relaciones Institucionales de Ayuda en Acción, Marta Marañón, y el viceconsejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel García Martín.

La constructora española ha medido el impacto social de 17 proyectos con la herramienta RSC3 de la Fundación Seres junto con la consultora McKinsey con el objetivo de averiguar “cómo el impacto social estaba integrado en la estrategia empresarial” y dio como resultado que el 94% de la actividad tenía “un gran impacto social positivo” en las comunidades en las que operaba.

Ferrovial también ha aplicado el modelo de medición Huella Social de Seres a las autopistas texanas ‘managed lanes’ que gestiona. Se trata de un modelo de peaje en el que se descongestiona el tráfico añadiendo carriles y cargando el coste del servicio en la cuenta corriente del usuario que las utiliza, sin parar a pagar el peaje, de manera que “el usuario puede hacer su viaje a medida” y decidir el coste. Como resultado, se reduce el tiempo del trayecto y se mejora la seguridad vial.

La gerente de Responsabilidad Corporativa de la constructora expuso otros casos en los que la compañía trabaja para generar un impacto social como reducir el tiempo que tardan las mujeres en recoger agua en África.

Moral destacó la importancia de medir los efectos de estas acciones y su eficiencia y hacerlos “sostenibles”. Si bien comentó que las cuentas de resultados y los dividendos son centrales de las empresas, agregó que si se añade impacto social es “perfecto”.

Defendió el papel social de las empresas e instó a ver “desde otra perspectiva” los temas relativos a derechos humanos, talento o conciliación al comprobar el “fuerte impacto” que tienen sobre la sociedad y “directo en las cuentas de resultados de la compañía”. Consideró que la respuesta del sector privado en las crisis humanitarias como la pandemia de Covid ha sido “magnífica en general” y resaltó que las compañías tienen “capacidades, no solo económicas, sino de todo tipo, tecnológicas, ‘expertise’, y una capacidad de reacción super rápida”.

En esta línea, destacó el “factor entusiasta de querer ayudar” y puso el ejemplo de la recaudación de fondos entre los empleados de Ferrovial para canalizarlos a través de ONG o instituciones o el transporte de mascarillas en colaboración con la Comunidad de Madrid. “El éxito de verdad es aunar fuerzas entre todos los actores, pero que cada uno haga lo que sepa hacer”, aseveró.