EL FERETRO "ERA UNA CAJA CON UNA CHAPA Y NADA MÁS", AFIRMA EL PRIMER PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN
- "Les trataron como perros", dijo el hermano del comandante Ripollés
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El que fuera el primer presidente de la asociación que aglutina a la mayoría de las familias de los militares que fallecieron en el accidente del Yak-42, Carlos Ripollés, manifestó hoy que lo que le dieron el día del funeral de Estado del 28 de mayo en 2003 "era una caja y nada más".
El hermano del comandante José Manuel Ripollés declaró como testigo en el juicio que se está celebrando en la Audiencia Nacional sobre las identificaciones erróneas de los cadáveres.
Ante el tribunal, relató que varios de los compañeros de su hermano le dijeron que se habían dado "órdenes para que se enterraran los cuerpos de noche, como si fueran terroristas". "Fue terrible, terrible, terrible y vergonzoso", remarcó.
"No se les rindieron honores, fue una auténtica vergüenza" porque "rogué y supliqué" que se les velase a los cadáveres en alguna institución militar y no se consiguió. Es un "orgullo y un honor" para las familias que murieran cumpliendo su labor pero a los 62 militares, dijo, "les trataron como perros".
Además, Ripollés informó que "no le dieron documento alguno, en absoluto" sobre el acta de defunción de su hermano sino que lo remitieron meses después al domicilio de su cuñada.
Ripollés relató que sufrió la presión de las familias ante el error de las identificaciones, pese a que su hermano fue bien identificado. "No respiré" hasta que las actas de los forenses turcos en febrero de 2004, dijo, y eso que ahí "comenzó la gran tragedia" porque se conoció que estaban mal identificados los cadáveres.
El hermano del comandante Ripollés remarcó que todas las familias sufrieron "una desazón terrible" por la "incertidumbre" de desconocer si estaban todos los cadáveres bien identificados.
MALTRATO
Rosario Benítez, viuda del comandante José Antonio Fernández, denunció ante el tribunal que sufrió "maltrato psicológico" por parte del Ministerio de Defensa porque le respondían por escrito a cada una de las cartas que ella trasladaba a la prensa contando sus sospechas ante la identificación errónea de los cuerpos.
En este sentido, calificó de "vergonzoso" que desde el Ministerio se "coarte" a una viuda pidiéndole que no remita más misivas ni comentario a la prensa.
Además, la viuda indicó que el general Vicente Navarro le comunicó que "en seguida" reconoció a su marido "al verlo", porque era "compañero suyo" y por el "nombre".
Benítez le preguntó al general por los calcinados pero éste le dijo que "no hay calcinados", salvo "algunos" que sólo tienen quemaduras en el "cincuenta por ciento" y en la "parte superior".
(SERVIMEDIA)
26 Mar 2009
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