Pons, que hoy se despidió del palacio de la Carrera de San Jerónimo, donde ha ejercido las funciones de presidente durante más de nueve años, dedicó un cariñoso mensaje a los diputados, cargado de ironía y de buenos deseos.

El presidente de la Cámra Baja se dirigió a los parlamentarios y les deseó que en 1996 encuentren la felicidad que buscan, aunque les advirtió a continuación que la busquen en "bienes de los que haya existencias disponibles para todos", frase que fue acogida entre risas por los diputados.

"Deseo y espero", añadió Pons, "que la busquen (la felicidad) en bienes de los que haya existencias disponibles para todos porque hay algunos de los bienes en el horizonte del año venidero de los que hay oferta limitada, por no decir limitdísima".

"Y seguro que si cifran sus esperanzas de felicidad en bienes que alcancen a todos, esa felicidad será más duradera. Es la que yo les deseo. Se levanta la sesión y algo más", concluyó Pons.

Tras el breve discurso de Pons, los diputados, puestos en pie, ofrecieron una larga ovación al presidente de la Cámara, quien hace tiempo anunció su retirada de la vida política para dedicarse a sus tareas profesionales.