González hizo estas reflexiones a un grupo de periodistas al término de los actos oficiales de la Pascua Militar, que estuvieron presididos por los Reyes de España y por el príncipe de Asturias en el palacio Real.

El jefe del Ejecutivo, que quiso dejar claro que sus palabras no tenían un carácter de declaraciones públicas y que debían ser interpretadas sin ningún ánimo de confrntación, se mostró tranquilo y relajado ante la próxima campaña electoral.

En este sentido, expresó su convencimiento de que la campaña no será más larga que otras, pero recordó que algunos partidos llevan de campaña desde las últimas elecciones generales de junio de 1993.

González se mostró optimista respecto al proyecto político que el PSOE ofrecerá a los ciudadanos en la próxima cita con las urnas y reiteró su ya conocida posición de que debería haber sido otro candidato el que encabezara el crtel electoral socialista.

DESCANSO EN DOÑANA

El presidente del Gobierno, que ha disfrutado recientemente de unos días de descanso en Doñana, aseguró que su participación en la campaña estará condicionada por su trabajo y sus ocupaciones en la Moncloa.

Igualmente, durante su encuentro con los informadores llegó a emplear un tono irónico y relajado al afirmar que en los próximos meses posiblemente perderá un par de kilos por su participación en actos electorales, los mismos kilos que durante losúltimos días ha ganado en su estancia en el parque de Doñana.

Respecto a los sondeos electorales de los últimos días, González comentó con gesto sonriente que un compañero le había recordado que el PSOE se encuentra en la actualidad 4 décimas mejor respecto al PP que cuando fueron convocadas los últimos comicios generales.

Por otra parte, González se refirió a la propuesta del PP de reducir a seis meses la duración del servicio militar y de pagar 30.000 pesetas a los soldados, medida que fue puesa en tela de juicio por el jefe del Ejecutivo. A su juicio, los populares no han tenido en cuenta los datos demográficos a la hora de plantear su iniciativa.

PRESION FISCAL

En su charla con los periodistas, el jefe del Gobierno dejó entrever su optimismo respecto a que España pueda cumplir finalmente los criterios de convergencia y mostró su convencimiento de que con el mantenimiento de los niveles de presión fiscal se puedan conseguir los objetivos de déficit fijados.

En su opinión, los ajuste que deberá afrontar la economía española para hacer frente a los retos del futuro no pueden ser interpretados como imposiciones de Maastricht, sino que tales reformas son necesidades ineludibles para la buena marcha de la economía del país.

En este sentido, dijo que algunas propuestas económicas del PP como una posible rebaja de impuestos no le cuadran, al tiempo que subrayó que un reparto de trabajo, si no viene acompañado de una reducción de costes, dañaría notablemente a la competitividad de las epresas.

Los problemas de la sequía y las necesidades hidrológicas del país constituyeron otro capítulo de la conversación que el presidente del Gobierno mantuvo con los informadores.

González señaló que el levantamiento de las restricciones del consumo de agua no se puede autorizar de una forma generalizada y que en este asunto hay que estudiar caso por caso.

A su modo de ver, sólo cuando el actual régimen de lluvias se prolongue durante dos o tres años y los pantanos se sitúen en una media el 60 o el 65 por ciento se podrá estar tranquilo respecto a la sequía.