En su discurso ante la Junta Directiva Nacional del PP, el máximo órgano interno entre congresos, defendió también su voto a favor del decreto ‘ómnibus’ y aseveró que su partido es “libre” para “decir que no” en una votación “cuando de lo que se trata es de salvar” a Sánchez, “y sí cuando de lo que se trata es de dejar claro” que está “a favor de subir las pensiones”. Unos minutos antes, los barones del PP escenificaron ante los medios un cierre de filas con Feijóo por esta cuestión.

Con estas palabras, el jefe de la oposición salió así a responder a “los chantajes y las presiones” de “unos y otros”, a los que atribuyó un “politiqueo de poca monta”. Sin embargo, a diferencia de anteriores intervenciones públicas, Feijóo fue más beligerante con Vox en un momento en el que su adversario político en la derecha está al alza en los sondeos. Fuentes del PP delimitaron este cambio discursivo a una “respuesta excepcional” al último ataque de Vox, que esta mañana se hizo eco de una información del diario ‘El País’ para denunciar un supuesto pacto entre PP, PSOE y Sumar para repartirse los vocales de la Junta Electoral Central (JEC) y dejar fuera al partido dirigido por Santiago Abascal.

Desde el principal partido de la oposición negaron estas informaciones y vieron necesario contestar al partido de Abascal. No obstante, las mismas fuentes quitaron hierro a su réplica y revelaron, además, que la semana pasada se dio “orden expresa” de no atacar a Abascal por una información de ‘El Confidencial’ acerca de los pagos de una productora a su pareja. “Por tanto, nos mantenemos en que no estamos aquí para hacer oposición a Vox, sino a Pedro Sánchez”.

Fuera como fuese, Feijóo mandó un mensaje al electorado: “Somos la única oposición que quiere cambiar al Gobierno”. “O gobierna el PP o seguirá gobernando el Partido Socialista con todos sus socios. No perdamos de vista esto porque es determinante para orientar nuestra conducta y nuestra política”. Y apostilló que Vox no pondrá sobre la mesa ninguna “alternativa” de “buena política” porque “su objetivo no parece ser cambiar nada, sino reforzar su permanencia en la oposición”.

El presidente del PP defendió articular una “agenda del cambio” frente a la del “escándalo” de Sánchez o la “oposición de tumbona” de Vox. Y defendió la urgencia de su plan para ayudar a “la mayoría de familias”, que “les cuesta llegar a fin de mes”, y a los jóvenes, puesto que el 40% de los que están emancipados y trabajando “ahorran menos de 100 euros al mes”.

“España tiene que soñar mucho más alto y por eso la buena política es la que tenemos que plantear y la que estamos planteando. Nadie más que el PP lo hará. No lo hará el Gobierno partido en dos hasta en los temas más básicos y chantajeado cada día. No lo harán sus socios mientras pueden seguir sacando provecho del Gobierno más débil de la democracia. Y tampoco lo hará Vox”, declaró.

REPROCHES AL GOBIERNO

Feijóo entrelazó los reproches a Vox con ataques al Gobierno, del que reconoció que es “difícil” hacerle oposición por todos los frentes que tiene abiertos en el ámbito parlamentario, donde anda como “pollo sin cabeza” a la espera de Carles Puigdemont, y en el judicial. Y puso el acento en Sánchez ante las imputaciones de miembros de su gobierno y familiares. “Los ríos desembocan en los mares y aquí todo desemboca en el ‘uno’”.

Frente a “la política barata que pretende convertir todo en un espectáculo lleno de trucos” y “las mentiras” de Sánchez, abogó por “ilusionar” al electorado. “No nos vamos a quedar mirando cómo caen, esperando quietos mientras los problemas de los españoles se agigantan. La oposición de tumbona, sarao y dedito levantado que se la queden otros. No es para mí”.

E instó a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, a desbloquear su ley contra la okupación para que se debata en la Cámara Baja dado que cuenta “con el aval de la mayoría de los partidos políticos”. “Por eso el PSOE lleva un año bloqueándola”.

Por último, acusó a Sánchez de querer “que todo funcione un poco peor cada día” y “que la calidad de vida se siga deteriorando” haciendo de la vivienda un bien “inalcanzable” con un objetivo: que “la sociedad sea más dependiente de su Gobierno”. Y señaló que, para lograrlo, “están saqueando a los españoles con cada vez más y más y más impuestos”, enmendando su política fiscal.