Así lo indicó Feijóo durante su discurso de investidura, donde aclaró que quiere gobernar “respetando la separación de poderes”. Por ello, aseguró que no comparte “que se le llamen fachas con toga a los jueces por aplicar una ley mal hecha”, refiriéndose a la ley del ‘sólo sí es sí’ y “menos aún que lo haga el Gobierno de la Nación y que lo haga el Grupo Parlamentario Socialista desde esta tribuna”.

Tampoco, continuó, comparte “señalamientos a magistrados”, no entiende que se impulsen leyes “para anular por esa vía sentencias judiciales”, no acepta “que se nombren a ministros y altos cargos magistrados del Tribunal Constitucional” y no respalda “haber cambiado la ley para impedir que se cubran las vacantes del Tribunal Supremo”.

“Y, por descontado, no comparto controlar la Justicia”, destacó, por eso propuso aprobar la renovación del CGPJ a la vez que se registra en la Cámara Baja una ley de reforma del modelo de elección donde “los jueces elijan a los jueces y los juristas de reconocido prestigio se elijan en las Cortes generales”.

Asimismo, aseguró que “no cabe negociar entre partidos la Presidencia del Supremo”, sino que le “corresponde” al CGPJ. El líder del PP también señaló que “deben cumplirse todas y cada una de las condiciones de elegibilidad” que ya “defendimos en la negociación truncada” con el PSOE.

Continuando con este tema, en la nueva Ley, Feijóo destacó que se debe asumir “el cierre total de las puertas giratorias entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial”. “No puede haber un ministro por la mañana y un fiscal general por la tarde y, por tanto, defiendo la absoluta independencia de la Fiscalía General del Estado”, añadió.

Ambas cosas, los nuevos vocales y la nueva ley, prosiguió, “debieran votarse y aprobarse el mismo día, una a continuación de la otra”. “Por resumir: garanticemos que la Justicia está al servicio de los españoles y que no puede estar al servicio de los políticos, ese es el resumen”, apuntó el candidato a la investidura.

“Todas estas propuestas tienen como único fin garantizar que España siga siendo una democracia plena, en lugar de seguir profundizando en una deriva iliberal que nos acerque a comportamientos propios de las autocracias”, concluyó.