En una declaración institucional posterior al último Consello de la Xunta con Feijóo al frente, confirmó su renuncia como presidente de la comunidad y se despidió de los gallegos en un discurso que protagonizó visiblemente emocionado. El presidente del PP estuvo arropado por todos los consejeros que participaron en sus gobiernos desde 2009, a excepción de Vareliano Martínez, quien falleció en octubre de 2021 y al que Feijóo recordó.

“Esto no es una despedida porque Galicia es y seguirá siendo una parte fundamental de mi camino. Fue un orgullo servir a Galicia y será un orgullo. Por eso siempre Galicia, Galicia, Galicia, y para siempre Galicia”, fueron las últimas palabras de Feijóo en su despedida ante los gallegos, en la que agradeció la “profesionalidad, dedicación y compromiso” de todos sus consejeros desde 2009, así como todos los altos cargos, los miembros gabinetes, y las secretarías y equipos de comunicación que integraron sus ejecutivos.

Asimismo, compartió palabras de agradecimiento a las empresas, los sindicatos y los servicios públicos, así como a los medios de comunicación. También se refirió a la oposición, a la que agradeció su “labor constitucional y estatura indispensable en una democracia madura” que, “con mayor o menor acierto y vehemencia”, fue “imprescindible para que Galicia siguiese avanzando durante este periodo”.

También reconoció la “comprensión” que su familia y seres queridos han tenido en su decisión de acceder a liderar el PP y admitió que, durante las últimas semanas, ha vivido “los mejores y peores momentos a nivel individual”.

“Hay una mezcla de tristeza y satisfacción en mi estado de ánimo. Aportar todo lo que uno tiene a la obra siempre inacabada de Galicia deja un cúmulo de experiencias que ahora están más libres que nunca. Siempre sentí la proximidad y cariño de los gallegos y, por eso no he dudado en asumir nuevas obligaciones que requieren una distancia física, a pesar de no ser amínica”, prosiguió Feijóo.

13 AÑOS DE GOBIERNO

El ahora presidente en funciones de la Xunta de Galicia hizo efectiva su renuncia esta mañana después de acudir al Parlamento de Galicia, donde le esperaba el presidente de la Cámara, Miguel Santalices, para recibir su carta de dimisión. Unas horas después, se dirigió al Pazo de Raxoi para celebrar su último Consello de la Xunta, en el que anunció a sus compañeros su renuncia definitiva. Esta decisión también fue comunicada al rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, según explicó Feijóo.

“Delante de esta catedral de Santiago, en la plaza que confluyen los caminos que cohesionan Europa y España, les traslado que mi andadura como presidente de Galicia acaba aquí. Santiago y Galicia, que siempre son una meta, son para mí un nuevo comienzo”, fue el anuncio con el que Feijóo confirmó su renuncia ante los gallegos, una decisión que será efectiva cuando se publique en el Diario Oficial de Galicia (DOG).

El nuevo líder del PP dejará de ser presidente de la Xunta de Galicia después de 13 años al frente del gobierno regional, en los que ha ganado las elecciones autonómicas en cuatro ocasiones. Se convertirá así en el primer presidente de la Xunta que dimite de su cargo. Está previsto que Alfonso Rueda, vicepresidente primero de la Xunta hasta la fecha, se convierta en el nuevo jefe del ejecutivo gallego, así como del PP de Galicia.

“GALLEGUISMO INTEGRADOR”

Feijóo aprovechó también su despedida para resumir sus 13 años de gobierno y puso en valor el “galleguismo integrador” que caracterizó su mandato. Ensalzó la “combinación” de “unidad y moderación” derivada de sus gobiernos, y defendió que estos "principios" lograron una “estabilidad” que “fue la materia prima fundamental para apuntalar la prosperidad de Galicia a pesar de todas las condiciones adversas”.

Subrayó que “la estabilidad hizo posible que le avance de Galicia no se frenara nunca” y celebró “la plena normalidad” con la que anuncia su renuncia, que es “una prueba más de la solvencia” de Galicia.

"Los liderazgos no miden su labor por el vacío que dejan, sino por la continuidad y la unidad que garantizan. Los modelos políticos consistentes, al menos aquellos en los que yo creo, comienzan y finalizan en amplias mayorías, surgen de un amplio respaldo popular y puede decirse que tienen éxito si finalizan con una sociedad unida y no fracturada. Me voy tranquilo, porque creo que eso lo he conseguido junto al conjunto de los gallegos”, explicó Feijóo.

Por último, advirtió de que los principios de unidad y moderación “tienen que seguir siendo cultivados para evitar la vuelta a épocas funestas o a rupturas traumáticas”.

“Tengo la convicción de que todo esto se hará con acierto. No tengo duda alguna de que el galleguismo constitucional que emerge de los presidentes Albor, Laxe, Fraga y Touriño, y que yo trate de ejercer, será la guía ahora de quien que coja el relevo para que siga siendo parte de nuestro acerbo colectivo”, prosiguió Feijóo.

Por último, se congratuló de que Galicia sea “una prueba de que la España de las autonomías, lejos de generar problemas, puede ayudar a resolverlos; lejos de disgregar, puede unir; y lejos de desvertebrar el Estado, ayuda a coserlo y armonizarlo”. “La nación española que reafirma la constitución nos hace más fuertes como nacionalidad histórica y nos proporciona lo necesario para estar presente entre los grandes pueblos del mundo”, concluyó Feijóo en su despedida.