Así lo aseguró en la trigésimo séptima reunión del Cercle d’Economía celebrada en Barcelona, un acto que supuso su primera comparecencia en Cataluña desde que fuera elegido presidente del PP el pasado 2 de abril. En este escenario, Feijóo subrayó que, “para una nacionalidad como la catalana, la opción más acorde con la preservación de la estabilidad y de su identidad es la recuperación de su liderazgo en España”.

De esta forma, el líder del PP insistió en que Cataluña debe reconectarse “al progreso y el dinamismo que no debió abandonar”, y urgió a que lo haga a través de la estabilidad política y económica perdida en los últimos años y que él promete “ofrecer” con la “doble legitimidad” de haber presidido la Xunta de Galicia, “una nacionalidad histórica”.

Señaló que, como candidato a presidir el país, no concibe una España “sin Cataluña al máximo de sus posibilidades”, y garantizó que la comunidad catalana atesora mucho “poder blando” que “hará posible que recupere su liderazgo a través de la estabilidad política y económica”.

“Cataluña no puede quedarse atrás. Por entendernos, creo que Cataluña necesita hablar menos de política y más de economía, menos de desconectar y más de reconectarse al progreso y el dinamismo que no debió abandonar nunca. Es la Cataluña en la que creo, es lo que ofrezco y es en lo que voy a trabajar, con la doble legitimidad de haberlo hecho como presidente de una nacionalidad histórica y candidato a ser presidente de una España que no concibo sin Cataluña al máximo de sus posibilidades”, declaró Feijóo.

En este sentido, avanzó que toma el relevo de Pablo Casado como presidente del PP con la voluntad de “no prejuzgar nada”, sino de “aprender, estudiar y comportarse como un ciudadano que respeta a todo el mundo, pero ofrece estabilidad política y económica”, ante el “clima” actual, en el que “reina el conflicto y la trinchera”.

“Vengo a reclamar, defender y ofrecer estabilidad”, prosiguió Feijóo ante los empresarios catalanes, a quienes les prometió que, frente a los “males que ha sufrido el pueblo catalán de forma injusta por el ‘procés’”, él confeccionará un proyecto político que satisfaga el “deseo de estabilidad que cada vez es más claro en la mayoría de los españoles”.

MENSAJES AL GOVERN

En ese momento Feijóo afeó al Gobierno de Cataluña su proyecto político para los catalanes, que hace de la “convulsión” una “situación permanente” que les “permite ocultar la carencia de proyectos de futuro”. Por ello, calificó al Govern “de poco responsable” y le acusó “crear daño” a la sociedad catalana.

Sin embargo, garantizó que la “utilidad” del autogobierno catalán sigue estando presente, así como las características de la sociedad catalana, entre ellas, el “dinamismo de su tejido empresarial y su capacidad emprendedora”. Con estos ingredientes, Feijóo consideró que los catalanes aún “pueden beneficiarse” de proyectos como el Corredor Mediterráneo o la ampliación del aeropuerto de El Prat.

Por este motivo, Feijóo reiteró su apuesta por la “estabilidad” en la actual coyuntura, una promesa que considera “sinónimo de futuro” y “un punto de encuentro” entre las partes que no comparten posturas políticas.

“Ahora se cumple el 30 aniversario de celebración de las Olimpiadas. Recuperemos ese espíritu olímpico, esa seña de identidad que Cataluña mostró a todo el mundo. Ahí, en la Barcelona olímpica, se forjó la España que todos queremos recuperar. La España diversa, diferente, pero unida en lo esencial”, declaró Feijóo, quien añadió que “es mejor la cercanía entre Cataluña y el resto de España que el alejamiento”.

PROCÉS Y RUSIA

Por otro lado, el presidente del PP se refirió a la invasión rusa de Ucrania para asegurar que este conflicto bélico ha acreditado la “estrategia global” de una “potencia autocrática" --en referencia a Rusia-- que tiene, “entre otros hitos”, el objetivo de debilitar la Unión Europea y “fragmentar” España “mediante acciones insidiosas”.

Lamentó que el ‘procés’ haya pasado así de ser “un instrumento supuestamente liberador a convertirse en una pieza para tratar de subordinar las democracias occidentales a una potencia autocrática”, y advirtió de que esta realidad “paradójicamente acentúa la dependencia” de Cataluña.

“Sin ninguna duda para Cataluña, al menos es como lo vemos desde fuera, el ‘procés’ ha sido un pésimo negocio. Ha debitado a la sociedad, ha deteriorado las instituciones de autogobierno y ha dejado de gobernar en favor de los intereses y necesidades de los ciudadanos para mantener el objetivo que los propios secesionistas saben que es imposible y que solo puede generar parálisis y frustración”, afirmó Feijóo.

Fue entonces cuando señaló que la “opción más acorde” para que “una nacionalidad como la catalana” logre preservar “la estabilidad y su identidad” es “la recuperación de su liderazgo en España” y de su “contribución al Estado y una Unión Europea vigorosa”.

Advirtió de que “caminar solos en el futuro” con la presencia de "una potencia que mantendrá sus amenazas" lleva "a un peligroso callejón sin salida”, y parafraseó al primer canciller de la República Federal de Alemania, Konrad Adenahuer, quien, según Feijóo, dijo que “la historia es la suma total de aquellas cosas que hubieran podido evitarse”.

“Tenemos que evitar que acontecimientos de nuestra historia reciente se vuelvan a repetir, que todos juntos, pensemos como penemos y votemos a quien botemos , seamos capaces de respetarnos para diseñar una nueva historia con una Cataluña pujante en una España pujante”, prosiguió Feijóo para concluir este capítulo.

ESPAÑA DE LAS AUTONOMÍAS

El presidente del PP también ensalzó el Estado de las Autonomías actual como un “feliz encuentro de ideas, experiencias y aspiraciones”, y defendió que “la política autonómica es una política nacional”.

Asimismo, negó que las autonomías sean “caprichosas” como afirman los “neocentralistas”, y aseveró que, lejos de “hostigar a los demás”, las comunidades pretender “preservar una herencia para enriquecer el acervo común”.

“Los pueblos poseen sus propias identidades. Más que un tópico, me parece distópico un horizonte en el que las personalidades diferentes quedaran diluidas en un magma global donde la diversidad haya desparecido. Igualmente, me resulta ajeno a mi forma de pensar un mundo de identidades irreconciliables que se mirasen con hostilidad”, resumió Feijóo.