Así se pronunció en una comparecencia en el Cámara Baja después de que se aprobase la reforma del Reglamento para posibilitar el uso de las lenguas cooficiales, que ya se han venido utilizando en sede parlamentaria este martes y jueves debido al acuerdo adoptado por la Mesa, donde PSOE y Sumar tienen mayoría.

“Se ha roto un consenso de las reglas del juego en el Congreso de los Diputados que estaba hablado, acordado y se venía aplicando desde hace 40 años”, lamentó Feijóo, denunciando que “por primera vez en democracia una ley entra en vigor antes de ser aprobada”. Deploró, asimismo, que ahora es “mucho más difícil entenderse” en la Cámara Baja.

Según el análisis del presidente del PP, resulta “evidente” que esta reforma del Reglamento es “el primer pago de lo exigido” por parte de los independentistas “para que el perdedor de las elecciones pueda seguir siendo presidente del Gobierno”. Se trata, sostuvo Feijóo, de “una cesión sin precedentes del PSOE”.

De tal forma, se revolvió ante lo que catalogó de “pago” de Sánchez a los independentistas para tratar de “subsanar” su derrota electoral y seguir aferrado al cargo. “No ha defendido las lenguas autonómicas”, sino que “ha trapicheado con ellas”, le acusó, y en su caso avisó de que no acepta que “manosee” una de sus lenguas, el gallego, “en beneficio exclusivo” del líder del PSOE.

ESTUDIAR “INCONSTITUCIONALIDAD”

Feijóo fue preguntado por si su grupo tiene previsto recurrir ante el Tribunal Constitucional por el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso incluso antes de su aprobación y por las cuestiones que conciernen a los contratos de traductores. Aseguró que el PP defenderá la Constitución y, en consecuencia, estudiará “todo aquello” en lo que se observe de forma “clara” o “presunta” que hay “incumplimiento inconstitucional”.

Feijóo recalcó que el “fraccionamiento de contratos está prohibido en la ley de contratos del Estado”. Como “no hay nadie que se pueda saltar” dicha normativa, destacó que la Mesa del Congreso “por supuesto” que tampoco. “Estamos observando si se confirma ese fraccionamiento de contratos y, en ese caso, actuaremos en consecuencia”, advirtió.

Igualmente, el candidato a la investidura propuesto por el Rey incidió en que “tampoco hay nadie, y mucho menos la Cámara en la que se aprueban las leyes, que pueda dar por aprobada una ley antes de su entrada en vigor”, algo que “no se ha visto en ningún Parlamento democrático en Europa nunca”.

“Si se hubiera hecho, ya no serían Parlamentos democráticos. Serían otros regímenes no democráticos” en los que “por imperativo” de la presidenta del Congreso se aprueba una ley “porque a ella le gusta” incluso “antes de ser debatida”. “Eso es lo contrario del parlamentarismo y lo contrario de la democracia”, sostuvo.

Previno así sobre una “deriva peligrosísima” y recordó que los letrados de la Cámara ya habían “advertido de la enorme dificultad” de un Congreso “convertido en un karaoke” que hace que quienes elaboran el diario de sesiones y los propios diputados tengan “enormes dificultades” para seguir las sesiones. “No pensé yo que el Congreso pudiese actuar con tanta ligereza”, remachó.