Desde que entrase en vigor el código de buenas prácticas, se han presentado ante la patronal un total de 43 denuncias, de las cuales 15 llegaron al Jurado de Autocontrol de la Publicidad, que impuso 9 sanciones de entre 6.000 y 9.000 euros.

La mayor parte de estas reclamaciones se presentaron por disputas sobre el contenido cienífico del material promocional de los fármacos (41 de ellas) y fueron protagonizadas por empresas de gran tamaño.

La guía aclara algunos aspectos de los artículos 10 y 11 del Código sobre incentivos, gastos de hospitalidad e invitaciones a reuniones científicas. Su aplicación se encomendará a la Unidad de Supervisión Deontológica, órgano nuevo que examinará con 15 días de antelación la idoneidad de la reunión, según explicó el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés.

También se ha aproado la creación de un sistema de consulta que facilite a los asociados la aplicación del Código. El resultado de la consulta será vinculante y se consolidará como norma ética.

Arnés se felicitó por el desarrollo y consolidación de las normas de autorregulación en materia de promoción del sector farmacéutico, una de las más avanzadas de Europa, y resumió como principio general que estas empresas deben rechazar aquellas prácticas que no desearían que fueran de conocimiento público.

En su opinión, a reforzar las medidas contenidas en el Código no tiene por qué reducirse la capacidad de informar y formar a los médicos, se trata de que todos los laboratorios jueguen con las mismas reglas y ninguno tenga ventajas.