Se trata de un toxina bacteriana (su nombre técnico es CM101) que fue utilizada en un principio como fármaco contra el cáncer. El secreto reside en la bacteria streptococco de tipo B, quepesar de su carácter negativo, se descubrió que también podía tener una aplicación terapéutica.

Cuando se inyectó el CM101 por vía intravenosa al grupo de cobayas con parálisis, se observó que recuperaban su habilidad para moverse y andar en un período de 2 a 12 días.

Dentro del grupo, 14 cobayas paralíticos no fueron tratados de esta manera, no lograron recobrar la movilidad e incluso ocho de ellos terminaron muriendo por las lesiones en la médula.

Ahora se trata de realizar las mismas prubas en humanos, según explican los expertos, que tienen esperanzas de poder iniciarlas a finales de este año.