Su temeraria conducción, incluidas varias embestidas contra los agentes de policía, motivaron que estos últimos realizaran varios disparos, en principio al aire, y después a las ruedas del vehículo, siempre intimidatorios, según informa la Jefatura Superior de Policía. "Sin embargo, un proyectil alcanzó fortuitamente a Manuel C.G., quien poco después falleció en dependencias policiales".

Agentes uniformados, que prestaban servicio preventivo y de seguridad ciudadana en una dotación Zeta de la Comisaría de Coslada, detectaron un vehículo sospechoso en torno a las 04:20 horas.

En su interior había dos varones agachados que manipulaban un objeto que parecía un arma de fuego. Procedieron por ello a solicitar su identificación. Cuando los sospechosos detectaron la presencia policial embistieron contra los agentes y se dieron a la fuga. En ese momento se inicia una persecución con los testigos acústicos y luminosos.

Todos los indicativos policiales de servicio de noche quedaron advertidos de inmediato en un comunicado que también señalaba la posibilidad de enfrentarse a delincuentes armados y muy violentos. Rápidamente, se unieron otras dotaciones, tanto del C.N.P. como de Policía Local.

La furgoneta hizo caso omiso en todo momento de las indicaciones para que cesara en su conducción temeraria. Transitó por calles en dirección prohibida, arrasó con otros coches estacionados y puso en grave peligro a los ciudadanos que se encontraban por las inmediaciones, sobre todo jóvenes en zonas de esparcimiento y ocio, afirma la policía.

Los sospechosos alcanzaron la M-50, dirección a Leganés, donde al encontrar un espacio más desahogado, los siete vehículos policiales que les perseguían se desplegaron y varios agentes del C.N.P. efectuaron varios disparos intimidatorios, dado que no existía en los alrededores posibilidad de peligro contra la vida de otras personas.

Los disparos fueron dirigidos en todo momento a las ruedas del vehículo lo que provocó finalmente su parada, y con ella, la detención de sus ocupantes. Inmediatamente fueron trasladados a dependencias policiales y en un principio no se detectó síntoma alguno de herida en ellos ni tampoco manifestación en ese sentido por su parte.

Sin embargo, a la entrada de la comisaría, y mientrasManuel C.G, caminaba en la dirección señalada por los agentes manifiestó encontrarse mal ,y acto seguido se desplomó. Rápidamente los agentes le practicaron un masaje cardíaco sin que respondiera a los estímulos, al tiempo que se solicitaba una unidad médica.

Esta examinó al finado y en esos momentos se pudo apreciar una herida de bala sin salida, en el lado izquierdo del pecho, sin que se apreciaran manchas de sangre tanto en la ropa como en el suelo. Ni la víctima ni los agentes se habían percatado de la herida hasta ese momento.

Poco después se personó en las dependencias la Comisión Judicial, quien ordenó el traslado del fallecido al Instituto Anatómico Forense.

Las primeras diligencias practicadas, muestran que la furgoneta robada presentaba varios impactos de proyectil a la altura de las ruedas y uno, que atravesó el asiento delantero del copiloto, probablemente el que alcanzó a Manuel C.G.

A Manuel C.G. le constan tres antecedentes por robo y otras tantas detenciones por reclamación judicial; a Juan Manuel G.A, le constan cinco detenciones por motivos de robos, detención ilegal y agresión sexual y tráfico de drogas.