La Fundación FAES celebró una mesa redonda en busca de recetas para salir de la actual desaceleración económica, en la que participaron el presidente de la Asociación de Autopistas de Peaje (Aseta), José Luis Feito; el presidente de Lehman Brothers para España y Portugal, Luis de Guindos; el economista del Estado Alberto Recarte; el rector de la Universidad de Nebrija, Fernando Fernández; y el director ejecutivo de Fomento del Trabajo Nacional, Joaquín Trigo.

Feito señaló que "la economía española está viviendo una interrupción del ritmo de crecimiento como no se conocía hasta ahora, con la caída de dos puntos de crecimiento interanual en el segundo trimestre del año". Subrayó que "los consensos de cifras sitúan el crecimiento del 2008 en 1,5% y para 2009 entre el 0,5% y el 1%, que seguramente se tendrán que corregir a la baja".

"La crisis inmobiliaria internacional a la que España es especialmente vulnerable por la dependencia de nuestra economía; la crisis financiera, que afecta a los países más endeudados como España; y la dependencia energética, a lo que se une que nuestro país es el que más caro paga las materias primas energéticas en el exterior", dijo.

Por su parte, Luis de Guindos pronosticó "una recesión mundial para los próximos cinco años peor de la que se ha producido en los últimos ejercicios". En este contexto, apuntó que "la política monetaria se endurecerá en los próximos años con un repunte de los tipos de interés a largo plazo porque éstos huelen la inflación".

De Guindos señaló a "la política monetaria de EEUU como la culpable de la extensión mundial de la inflación, que en los países emergentes de Asia se sitúa por encima del 20 por ciento" pero criticó que, en el caso de España, con Zapatero en el Gobierno ha empeorado la economía.

Alberto Recarte destacó que "España entrará en una recesión clara en 2009 que se extenderá hasta 2010", y prevé una caída del PIB de entre un 1 y un 2%. Advirtió además de que "la salida de la crisis es muy complicada, con cuatro millones de parados y unas tasas de endeudamiento familiares y empresariales muy elevadas".

Fernando Fernández alertó de un factor "que hará más difícil salir de la crisis económica: la erosión de la unidad de mercado, debido al sistema de autonomías, es un serio desafío estructural de la economía ya que aumentan los costes de transacción y nos hace menos competitivos".

El rector de la Universidad de Nebrija recomendó al Gobierno "no cometer errores como prometer lo que no se puede dar, porque uno queda bien pero añade años a la crisis" y recalcó la importancia de "evitar el contagio del sistema financiero internacional".

Junto a "un mercado laboral más flexible con un reducción de los costes de despido para hacerlo más ágil", Fernández defendió una reforma fiscal centrada en "reducir el impuesto de sociedades para hacernos más competitivos, sustituir las cotizaciones sociales por el IVA, racionalizar el impuesto de hidrocarburos, promover la competencia en el sector servicios y energético, libertad de horarios comerciales y promover la gestión privada de servicios públicos".

Finalmente, Joaquín Trigo reclamó un cambio de modelo económico al tiempo que ha incidió en la importancia de llegar a una serie de "acuerdos de Estado en materias como la energía, el agua, la formación y en el criterio para decidir dónde se debe invertir en infraestructuras".

Sus recetas para salir de esta crisis fueron "regular el gasto del sector público, especialmente en el aspecto sanitario, que las becas respondan a las necesidades del mérito, rebajar la excesiva regulación normativa al ciudadano o capitalizar el paro".

Trigo afirmó también que sería positivo "el retorno de capitales españoles en el extranjero mediante una amnistía fiscal" para atraer nuevos inversores.