Este estudio, cuyos autores proponen que el futuro parque nacional y su zona de protección ocupen el 10% de la región (con una superficie de 73.000 hectáreas entre parque nacional y pre-parque), servirá de base para el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) del Guadarrama que debe aprobar la Comunidad de Madrid como paso previo a su declaración como parque nacional.

El director del equipo que ha elaborado el estudio, el catedrático de Geografía Física de la Universidad Autónoma Eduardo Martínez de Pisón, entregó hoy a Aguirre los 20 tomos que forman el trabajo desarrollado durante el último año y medio, el estudio más exhaustivo realizado sobre la Sierra del Guadarrama.

La presidenta afirmó que esta propuesta es un punto de partida para buscar el consenso con todos los ayuntamientos implicados. También se tendrán en cuenta los estudios que está realizando la Junta de Castilla y León, con el fin de lograr unas conclusiones coordinadas entre todas las administraciones afectadas.

73.000 HECTAREAS

En cualquier caso, la declaración final estará supeditada a la decisión del Ministerio de Medio Ambiente, al que se remitirá la propuesta, entre otros motivos, dijo Aguirre, porque "el futuro parque nacional deberá contar con financiación suficiente para asegurar una gestión de máxima calidad".

Para elaborar el informe presentado hoy se ha realizado un detallado estudio de la Sierra del Guadarrama desde el punto de vista de la naturaleza, el territorio, la economía, la cultura, las actividades deportivas y el paisaje.

El área estudiada por los expertos abarca 100.000 hectáreas, para casi el 75% de las cuales se propone la máxima protección, lo que representa casi el 10% de la superficie total de la región.

La propuesta de zonificación de la Sierra del Guadarrama se distribuye en tres grandes áreas: la zona del parque nacional, con una extensión de más de 34.000 hectáreas en la Comunidad de Madrid, a las que se sumarían las que aporte Castilla y León; una zona periférica de protección o pre-parque, con 39.000 hectáreas, rodeando el parque, y una zona de transición, de 27.000 hectáreas, donde se asientan los núcleos urbanos y con una parte significativa de su territorio protegido por la comunidad.

REQUISITOS

El Plan Director de Parques Nacionales vigente marca las directrices que todo parque nacional debe cumplir, que se resumen en la representatividad de sus ecosistemas, una adecuada extensión, un aceptable estado de conservación y continuidad territorial, además de la exclusión de núcleos urbanos.

Los expertos proponen que el pre-parque o zona periférica de protección se divida en tres grandes figuras de protección ambiental autonómica: un nuevo Parque Regional del Valle del Lozoya (25.000 hectáreas), un Paisaje Protegido del Monte Abantos y su entorno (8.600 hectáreas) y el actual Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares (5.000 hectáreas).

La zona protegida se extendería desde las cumbres de las montañas hasta las faldas inferiores e incluso valles completos -como el del Alto Lozoya-, extendiéndose hasta San Lorenzo de El Escorial por el sur, Manzanares El Real y Soto del Real por el este y La Cabrera por el norte.

En el caso de la zona propuesta como parque, la cota mínima se situaría en El Paular, con 1.150 metros, y la máxima, de 2.428 metros, en el pico de Peñalara. Dentro de la zona propuesta como parque nacional, los expertos diferencian entre zona de reserva, de uso restringido y de uso moderado.

El estudio también identifica hasta siete zonas de reserva -enclaves singulares dentro de los parques-, que coinciden con cumbres, circos glaciares, lagunas y humedales de especial importancia científica.

USOS TRADICIONALES

El estudio recomienda mantener los actuales usos y aprovechamientos tradicionales de la Sierra del Guadarrama, como los madereros, ganaderos o pesqueros, incluyendo los que se encuentran dentro del área propuesta como uso moderado dentro del parque nacional. También considera que se deben mantener, aunque no ampliar, las actuales instalaciones para la práctica de deportes de invierno.

La Sierra del Guadarrama cuenta con una variada y rica biodiversidad, con más de 150 especies protegidas por la legislación europea. El estudio refleja que en este espacio está representada el 45% de la fauna del territorio ibérico y el 18% de la europea.

Las montañas y valles son el hábitat de especies emblemáticas y en peligro de extinción, como cigüeña negra, buitre negro, águila imperial y una amplia gama de rapaces, nutrias, corzos, cabra montes y diversos anfibios, como el tritón jaspeado o la ranita de San Antonio.

La sierra cuenta además con amplios bosques de pino silvestre, roble, encinas y fresno, además de acebo. En la zona de alta montaña se encuentran piornos y enebros de cumbre, y entre la vegetación también hay especies endémicas, como el geranio de El Paular.