Esta propuesta esta recogida en el informe "Inmigración: prioridades para una nueva política española", del Real Instituto Elcano, y que ha sido coordinado por el catedrático de Sociología Joaquín Arango y el investigador del citado instituto Rickard Sanell.

El documento explica que ese visado de trabajo temporal se debería entender como un permiso provisional que sirve para regular la transición del inmigrante desde el país de origen hasta el país de destino, y tan pronto como su titular consiga un empleo, el visado debería se sustituido por un permiso de trabajo.

Los expertos consideran que el Estado debe cifrar anualmente un número de visados a conceder, así como estipular su renovación si expira el plazo o procurar el retorno de quienes no encuentren empleo.

Tanto Arango como Sandell coincidieron, en rueda de prensa, en que la Ley de Extranjería no soluciona el problema de la inmigración irregular en España.

Según dijo el catedrático de Sociología, los diversos cambios legislativos en extranjería en España no han evitado una "anomalía persistente, como la alta tasa de inmigración irregular".

Asimismo, criticaron la ineficacia del contingente de empleo para inmigrantes, al recordar que en 2003 se ofertaron más de 30.000 empleos para extranjeros, cuando ese mismo año se empadronaron 600.000 inmigrantes.

También coincidieron en que la gestión de la inmigración es "compleja" y requiere de cambios legislativos continuos, ya que su realidad es distinta cada año.

Finalmente, Arango y Sandell señalaron que este informe no pretende criticar la actual política de inmigración, sino estimular el debate sobre la dirección que podrían seguir en el futuro las políticas españolas en esta materia.