Juan Reig Redondo, asesor d la Organización Mundial de la Salud, aseguró que, igual que ha ocurrido con los bancos o los grandes almacenes, la medicina de las próximas décadas venderá sus servicios a través de la red, y los pacientes podrán consultarse con su médico desde casa a través del ordenador.

Los pacientes del futuro tendrán un mayor acceso a la información sanitaria a través de la red, por lo que serán consumidores más informados, y esto obligará también al médico a estar más preparado.

Los expertos advierten de qe es preciso mejorar la calidad de la información disponible en la red, ya que, según un estudio de la Fundación Californiana de la Salud, el 40 por ciento de la información no es exacta, de ese 40 por ciento el 20 por ciento es totalmente errónea, y de ese 20 por ciento el 15 por ciento es peligrosa.

Los asistentes también coincidieron en la necesidad de la creación de un código deontológico que garantice la calidad y la fiabilidad de la información que circula por la red.