MADRID

EXPERTOS COINCIDEN EN LA DIFICULTAD DE ERRADICAR LA TELEBASURA POR LA DURA COMPETENCIA ENTRE CADENAS Y LA LAXITUD NORMATIVA

MADRID
SERVIMEDIA

La encarnizada competencia entre las grandes cadenas por la conquista de la audiencia interesada en la vida de los famososy la existencia de leyes indulgentes con algunos comportamientos de la prensa "rosa" hacen muy difícil poner coto a los excesos de los programas dedicados al "cotilleo".

Son reflexiones de periodistas y expertos en Derecho de la Información que hoy participaron en una mesa redonda sobre programas del corazón y derecho a la intimidad, dentro del Foro de Debate "Transformar la televisión. Otra televisión es posible", que se celebra en la Casa Encendida de Madrid.

La periodista y escritora Mariola Cubells manifestó que no ve visos de que se acaben las "desmesuras" de la prensa "rosa", porque a los ejecutivos de televisión "les compensan las buenas audiencias" que cosechan con estos espacios, a cambio de unas indemnizaciones irrelevantes a famosos, que además tienen que pagar dentro de diez o doce años.

"Aunque se diga lo contrario", señaló Cubells, "el género sigue teniendo mucha demanda, ahora no siempre con programas exclusivos de cotilleo, sino disfrazados de magacines de entretenimiento en los que cabe de todo. Los excesos sólo se podrán frenar con los tribunales o con un futuro desinterés de la audiencia, pero no por propia voluntad de los periodistas, que ya hemos demostrado que ni nos autocontrolamos ni nada".

Para Rosa Villacastín, conocida periodista del corazón, buena parte de culpa de la actual invasión en la intimidad de los famosos por parte de algunos programas tiene su origen en "la competencia despiada entre Telecinco y Antena 3, que, con la complicidad de la audiencia", han dado alas a formatos que tienen audiencias grandes "porque se insulta mucho y se falta al respeto".

"Los directivos de las televisiones animan a que haya estos programas, porque lo que tienen que pagar por una querella les compensa", indicó.

Villacastín se lamentó de que a muchos telespectadores "les interese poco el trabajo bien hecho" y algo más la descalificación, y eso, a su juicio, termina dando como resultado que se pague un dineral por salir en televisión "a un personaje condenado como Julián Muñoz, que ha dejado Marbella hecho un solar".

INDEMNIZACIONES DISUASORIAS

Para la abogada Carolina Pina, socia del bufete de J&A Garrigues y defensora de famosos como Gonzalo Miró, la legislación española representa en ocasiones un paraguas para algunos comportamientos inadecuados de la "prensa rosa".

Mencionó la actual Ley de Enjuiciamiento Criminal, que impide la ejecución provisional de sentencias indemnizatorias por daño al honor, lo que demora el pago económico de los daños causados hasta que no resuelve el Tribunal Constitucional una década después de interpuesta una demanda.

En cuanto a la cantidad de las indemnizaciones, considera que, si como sucede ahora, "no es mínimamente disuasoria, promueve la ilegalidad":"Se ha llegado a casos de 200 euros de indemnización en una sentencia que afectó a Isabel Preysler y Alberto Alcocer, con el argumento de que es gente que tiene mucho dinero. Claro, el Tribunal Constitucional ha tenido que regañar por esto al Supremo y decirle que deje de hacer eso".

En su opinión, lo que deben tener claro los periodistas y los responsables de programas "rosa" es que un famoso tiene que dar su consentimiento para que se conozcan aspectos de su vida privada, y que porque en algún momento haya decidido conceder una exclusiva, eso no permite someterle a una persecución de por vida, "por muy público que sea el sitio en que se encuentre".

El profesor de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona Salvador Alsius lo dijo con otras palabras: "La voluntariedad de una persona, en un momento determinado, no permite hacer cualquier cosa con ella, y máxime cuando puede haber otros implicados de por medio, como menores".

(SERVIMEDIA)
13 Nov 2008
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