Los varones y las féminas no reaccionan de la misma manera ante un dolor y su remedio. Los especialistas de la Universidad de California (EE.UU.) ponen el ejemplo de ciertos calmantes contra dolores de muelas y encías, que son capaces de aliviar a las mujeres, pero pueden tener el efecto contrario en el caso de los hombres.

Otro de los ejemplos de estas diferencias fue presentado en el congreso por el experto australiano John Carmody, de la Universidad de Nuevo Gale. Existen fármacos anti-inflamatorios no estoroidales cuyo efecto depende también del sexo del paciente. De esta manera, se comprobó que las mujeres jóvenes que tomaban estos medicamentos para combatir las dolencias de oídos notaban menos los efectos analgésicos, sin importar la dosis consumida.

Los médicos creen que, en el caso de las féminas, las respuestas a ciertos medicamentos anti-dolor dependen de las diferentes fases del ciclo menstrual. Los expertos de la Universidad de Illinois, que intervineron en el encuentro, aseguraron que una región del cromosoma 8 en las mujeres tiene mucha relación con el dolor y el efecto de los fármacos, y esta zona no parece tener importancia, sin embargo, en los varones.