Barreda, que recibió en la sede de la Presidencia regional a cuatro de los integrantes de la expedición, argumentó que la gesta de estos montañeros le sugiere una metáfora de lo que "en Castilla-La Mancha somos capaces de hacer, subir a lo más alto. Ellos han subido los 8.844 metros del Everest con la bandera de Castilla-La Mancha y con una edición de El Quijote".

En opinión del jefe del Ejecutivo castellano-manchego, esta hazaña deportiva constituye una prueba de cómo en Castilla-La Mancha, "cuando hay voluntad, organización y un verdadero interés en conseguir una meta, en subir a una cumbre, lo conseguimos.