La expectación en la zona por las apariciones comenzó gracias a una niña de diez años, de nombre María Crisitina quien asegura que cada noche la Virgen María y el Niño Jesús la acompañan.

Vecinos de Churriana y curiosos se congregan a partir de las nueve de la noche junto al frondoso nogal, manifestando algunos de ellos haber visto en la copa del árbol una figura blanca, de la que se desprenden destellos de colores a modo de corona.

Según amigos de la familia de María Crisitina -quien ha mostrado su intención de no ser molestada por los periodistas- la Virgen le ha pedido que se construya una ermita junto l árbol, en su honor, al tiempo que anima a los fieles a orar por la paz.

María Cristina, que cursa estudios de cuarto de EGB en el colegio "Manuel Fernández" de Churriana, se ha mostrado siempre como una niña normal, si bien desde que comenzaron las apariciones su comportamiento tanto en clase como en su casa, ha cambiado radicalmente. Durante los recreos, la pequeña ya no juega junto a otros niños.

Los vecinos señalan que la única obsesión de María Cristina es ir cada noche junto al árbol, parahablar con la Virgen. Incluso han podido observar cómo la niña realiza gestos y ademanes extraños, entre los que destacan caricias a un bebé, supuestamente entre sus brazos.

Desde que las presuntas apariciones comenzaron, son muchas las personas que aseguran haber visto a la Virgen, sucediéndose desmayos y escenas de devoción. Algunos creyentes pasan la noche entera junto al árbol, en señal de penitencia, mientras otros rezan el rosario.

Hasta un millar de personas se han podido contabilizar durate las últimas noches junto al árbol, en el que, en cada ocasión, los asistentes encienden cirios en honor a la Virgen María.

El párroco de Churriana prefiere guardar silencio ante esas supuestas visiones, mientras que la opinión pública de la barriada se muestra dividida por la veracidad del caso, ya que buena parte de la población cree que todo es un fraude.

Los vecinos de Churriana apenas si practican la religión católica y en estos días existe un malestar general entre los asiduos al árbol cotra el párroco, porque sigue negándose a compartir estos momentos de supuesta devoción popular.