Este aumento de peso incrementa el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular en los pacientes con hipertensión diabetes y colesterol elevados.

No obstante, los excesos que se cometen durante la Navidad sirven para diagnosticar casos de hipertensión y diabetes que antes de estas fechas "se encontraban en el límite".

Así, por ejemplo, pacientes con obesidad o colesterol elevado que no muestran síntomas inmediatos, cuando van al médico tras las fiestas se constata que se ha disparado su colesterol o su peso. Es entonces cuando tienen que empezar a hacer una dieta más estricta.

CONSEJOS

Según la Sociedad Española de Hipertensión, es posible disfrutar de estas celebraciones evitando que "pesen" los excesos: "el secreto está en la moderación", añade.

"Compensar" una comida copiosa con otra más ligera, aprovechar las tardes de compras navideñas para andar más y tomar sopas calientes antes del plato principal, son algunas de sus recomendaciones.