Hasta ahora se consideraba que la vitamina B1 ayuda a relentizar el crecimiento de los tumores cancerígenos, pero un exceso de la misma puede tener efectos opuestos.

"Desde ahora, los pacientes de cáncer deberán ser examinados cuidadosamente y se les debe recomendar una dosis de vitaminas que cubra sólo ss necesidades", explicó Laszlo Boros, director del estudio.

Los enfermos de cáncer necesitan un suplemento vitamínico debido a la carencia causada por la leucemia, los tumores gastrointestinales o la quimioterapia.

Una deficiencia de vitamina B1 puede causar problemas en el sistema nervioso, en la memoria y la formación de ácido láctico en la sangre.

Por el contrario, un exceso de esta vitamina puede alimentar al tumor cancerígeno acelerando su crecimiento, según ha demostrado este nuevo estdio. Cortar el suplemento vitamínico al tumor podría ser una nueva vía de combate contra él.