EL EX PRESIDENTE ITALIANO OSCAR LUIGI SCALFARO, DOCTOR HONORIS CAUSA POR LA UNIVERSIDAD FRANCISCO DE VITORIA

- La 'guerra preventiva' es un "delito" porque va contra la "legítima defensa", dijo el galardonado

POZUELO DE ALARCON
SERVIMEDIA

Oscar Luigi Scàlfaro, que fue presidente de la República de Italia entre 1992 y 1999, fue investido hoy Doctor Honoris Causa por la Universidad Francisco de Vitoria. Ha actuado como padrino de inestidura Juan Velarde, Consejero del Tribunal de Cuentas, Premio Príncipe de Asturias y Presidente del Consejo Asesor Académico de la Universidad Francisco de Vitoria.

Después de recibir de manos de Clemente López, Rector de la Universidad Francisco de Vitoria, el birrete laureado, el Libro de la Ciencia, el anillo y los guantes blancos, símbolos distintivos del Doctorado 'Honoris Causa', el ex presidente de la República de Italia pronunció un discurso sobre Los valores de Europa.

Scàlfaro comenz hablando de la "vocación unitaria de Europa" a pesar de las divisiones y de las guerras, una unidad que ha de estar basada en el respeto a la persona, a su dignidad, a sus derechos y deberes".

En esta línea, destacó los elementos de unificación europea aportados por el Derecho romano y la Edad Media, con la extensión del saber a través de monasterios y universidades. Habló de cómo el cristianismo llenó de contenido humanista el Derecho romano, al considerar al hombre no sólo como un 'objeto' de Dereco sino como 'sujeto' del mismo.

La paz fue un tema ampliamente abordado en su intervención. Scàlfaro defendió la paz como "derecho de la persona" que no quiere decir sólo ausencia de guerra, sino "justicia, lealtad y verdad" y afirmó que la 'guerra preventiva' es un "delito" porque va contra la 'legítima defensa', figura reconocida en el Derecho Internacional, "y no estoy hablando de ética cristiana, sino de ética humana", puntualizó.

Scàlfaro advirtió que el avance económico en el seno de la Unin Europea, el euro y el progreso político no son suficientes para oponerse o acabar con la guerra, sino que hay que trabajar porque aflore la paz "que cada persona lleva dentro" ya que la verdadera paz tampoco se puede imponer, ni se construye "desde lo alto, desde las leyes". Añadió que para garantizar la convivencia pacífica entre los hombres es necesario reconocer que "la persona lleva consigo el concepto fundamental de los 'otros' y que el 'yo' es parte también de los 'otros'".

(SERVIMEDIA)
24 Mayo 1991
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