El historiador, que impartió clases de Historia y Literatura al actual presidente del Ejecutivo entre los años 1951 y 1953, adjunta en su misiva a Felipe González recortes de prensa que reflejan el malestar y la protesta que ha suscitado el traslado a Toledo de los legajos del archivo sevillano y pide su colaoración para que dichos documentos sean trasladados a la ciudad a la que, a su juicio, pertenecen.

González Moreno, que a lo largo de los años ha mantenido contacto por carta con el presidente del Gobierno, confía en que éste responda a sus demandas.

El historiador, que durante más de 30 años fue archivero de la Casa de Medinaceli y bajo cuya supervisión se formó el actual archivo, llevó a Felipe González -junto al resto de compañeros de clase- a visitar las instalaciones del archivo en el año 193.

La Plataforma en Defensa del Archivo de Medinaceli no descarta nuevas movilizaciones próximamente, en caso de que los polémicos legajos permanezcan en Toledo. Al mismo tiempo, pidió a la Junta de Andalucía el inicio de acciones judiciales contra Ignacio Medina, secretario de la fundación propietaria de esta colección documental.