Gragera declaró al periódico extremeño "Hoy" que ayer recibió numerosas visitas de amigos y ciudadanos que se solidarizaron con él, al considerar que este empleo "es un atropello al pueblo de Montijo".

El ex alcalde se ha negado a seguir el ritmo de trabajo que le quieren imponer como cobrador del servicio de agua y por eso el actual edil de la localidad, que pertenece al PP, le ha destinado a los aseos públicos.

Gragera aeguró que hasta una conocida persona de derechas que pasó por el lugar dijo en voz alta: "Nunca cayó un pueblo tan bajo ni un hombre estuvo tan alto".

El partido SIEX (Socialistas Independientes de Extremadura), en el que milita actualmente el ex alcalde, considera que esta decisión constituye un desprecio a la dignidad de las personas que han ocupado cargos públicos por voluntad popular y recordó que Gragera es auxiliar administrativo desde antes de ser alcalde.

El también ex edil Juan Carlos Moano, ahora concejal de Izquierda Unida, negó su participación en la adopción de esta decisión laboral, de la que afirma haberse enterado por la prensa. Asimismo, indicó que no es enemigo de Gragera y añadió que las acusaciones de éste contra él y su partido son para "hacer méritos de guerra y poder reingresar en el PSOE, para quien ha pedido el voto en las últimas elecciones generales".