El doctor Pedro Díaz de Cerio, vocal de la comisión de Oncología y Cirugía de Cabeza y Cuello de la Serorl-ccc, explicó a Servimedia que “es fundamental evitar el consumo de alcohol y especialmente el de tabaco, así como no olvidar la vacunación contra el VPH”. Además, ambas sustancias combinadas, alcohol y tabaco, pueden producir un efecto aún más perjudicial ante la aparición de un carcinoma orofaríngeo.

Como recordó la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello, más del 80% de los pacientes con dichos tumores son fumadores y la combinación con el alcohol puede multiplicar de 10 a 20 veces la posibilidad de desarrollarlo.

Las señales de alarma a las que se debe prestar atención son la disfonía de más de 15 días en las personas fumadoras, la dificultad al tragar alimentos, los problemas para respirar, que podrían esconder un tumor de faringe, masas en el cuello, nódulos en las glándulas salivares o llagas persistentes en la cavidad oral.

SEÑALES DE ALARMA

“A veces son los dentistas y estomatólogos los profesionales que dan la primera voz de alarma y nos remiten pacientes con síntomas o señales de cáncer de cabeza y cuello. Ellos mismos suelen extraer tejido e incluso analizarlo”, afirmó el doctor Díaz de Cerio.

Este especialista recomendó también una buena higiene oral, además de llevar una dieta saludable, con un consumo equilibrado de frutas y verduras para prevenir la aparición de tumores en la cavidad oral.

En el caso de los adolescentes, volvió a insistir en evitar el consumo de tabaco a edades tempranas, además de la peligrosa ingesta de alcohol y recordó la importancia de la vacuna contra el VHP entre los 13 y 14 años.

“Hay comunidades autónomas en las que ya se vacuna a los chicos y chicas por igual, pero no son todas. Creemos que la vacuna es un arma fundamental que tenemos a nuestro alcance para luchar contra cáncer orofaríngeo, muy prevalente en España, y hay que aprovecharlo”, subrayó.

Por último, el vocal de la Serorl-ccc concluyó que su especialidad médica trata todos los tumores de boca, garganta, fosas nasales, tiroides, cuello y glándulas salivares, pero excluye los tumores que se desarrollan dentro del cerebro, que son atendidos por neurólogos y neurocirujanos.