Para el autor de este informe, el aumento de los usuarios del transporte aéreo por la apertura del mercado y la libre competencia, junto con el hecho de que la calidad de los servicios de las compañías aéreas depende también de terceros, como los aeropuertos y controladores, hacenecesaria una completa revisión de la legislación comunitaria en la materia.

A juicio de Collins, se debería compensar a los pasajeros por los retrasos, anulaciones y desviaciones injustificadas de aviones. También pide que se informe a los usuarios por anticipado de los pormenores de los servicios, incluyendo el nombre de la compañía que efectúa el vuelo, las escalas durante el trayecto, el tipo de avión y el espacio entre los asientos en clase turista.

En su informe, el europarlamentario irlands reclama también a la Comisión Europea que presente propuestas concretas para una mayor difusión de la Carta de Derechos del Pasajero de Europa, que podría llevarse a cabo a través de las agencias de viaje, oficinas de líneas aéreas o Internet.

En opinión de la Comisión de Transportes, actualmente es más difícil que un pasajero presente una reclamación o una solicitud de reembolso ante cualquier compañía aérea, ya que cada vez con mayor frecuencia se subcontratan servicios y las responsabilidades soncompartidas.

Por ello, solicita al Ejecutivo comunitario que proponga medidas que garanticen las responsabilidades y la seguridad jurídica del pasajero; y que garantice a los usuarios de Internet una adecuada protección para cuando efectúen una compra de billetes a través de la red.

El informe de Collins muestra la preocupación cada vez mayor por aspectos relacionados con la salud de los pasajeros; y recomienda que en los vuelos de larga distancia las compañías den a los pasajeros algunas recomenaciones antes del despegue para evitar problemas de salud.

A este respecto, pide a la Comisión que solicite una evaluación independiente, financiada a través de recursos comunitarios, sobre los posibles riesgos que los vuelos de larga distancia tienen para la salud de los pasajeros, especialmente lo relativo a enfermedades como la trombosis.

Collins afirma en su informe, que está pendiente de enmiendas, que la legislación de la UE debería reforzar la protección y los derechos de los pasajeros aéros, teniendo en cuenta la posición dominante en la que se encuentran generalmente las compañías aéreas.