La iniciativa de los diputados europeos Hiltrud Breyer, Patricia McKenna y Paul Lannoye, vicepresidente de la comisión parlamentaria sobre Medio Ambiente, Salud y Protección del Consumidor, también pretende que estos derechos sean recogidos en la legislación comunitaria.

En la primera de las varias reuniones previstas sobre los derechos ecológicos de los niños, los europarlamentarios verdes han establecido como objetivo crear una red de especialistas de instituciones europeas, diversos organismos intenacionales y no gubernamentales relacionados con el ámbito de la infancia, así como pediatras y médicos, con el fin de revisar la Carta de Naciones Unidas para los Derechos de los Niños e incluir en ella el de vivir en buena salud.

Los ecologistas europeos pretenden que los derechos ecológicos del niño también estén presentes en la legislación europea y en la de los Estados miembros. Así, en la primera reunión han abordado temas como la prohibición de la utilización de PVC y otros productos tóxicos enlas fabricación de juguetes; las normas de seguridad en los edificios; el etiquetado de los alimentos para los lactantes; la lucha contra el consumo del tabaco; la manipulación genética de los alimentos y la disminución del uso de pesticidas autorizados en los productos alimenticios, ya que la constitución física de los niños es mucho más frágil que la de los adultos.

Los eurodiputados, que tienen previsto reunirse cada año, pretenden que todos los países de la Unión sigan el ejemplo de algunos Estado miembros como Alemania, que ya posee su propia Carta de los Derechos Fundamentales del Niño, y de Austria, Dinamarca y Suecia, quienes ya han prohibido el uso de ciertas materias tóxicas y cancerígenas en la fabricación de algunos tipos de juguetes.

Según Paul Lannoye, las infraestructuras se deben adaptar a los niños, ya que existen demasiadas normas que se establecen a partir de los datos morfológicos de los adultos, mientras que los más pequeños son particularmente vulnerables a las agresiones medoambientales.