También la próxima semana será juzgado el etarra Germán Rubenach, detenido en junio de 1990 tras un mantener un tiroteo con la Guardia Civil en la Foz de Lumbier (Navarra), en el que murieron dos miembros de la banda terrorista. El fiscal pide para él 74 años de prisión por atentar contra una patrulla de la Guardia Civil en Estella (Navarra), en agosto de 1988.

Henri Parot es considerado el autor, junto a Jacques Esnal y Frederi Haramboure, del atentado que costó la vida al vicealmirante Colón de Carvajal y a su conductor.

Según el fiscal, los etarras abordaron el vehículo del militar en las cercanías de la Plaza de la República Argentina, cuando se dirigía a la Escuela de Estudios Jurídicos de la Armada, donde trabajaba.

Parot y Esnal ametrallaron el coche y, tras vaciar los cargadores de sus armas, arrojaron una granada de mano en el interior del automóvil para asegurar la muerte de sus ocupantes.

Como consecuenca del ataque fallecieron de forma instantánea el vicealmirante y el conductor, Manuel Trigo Muñoz, mientras que el comandante Antonio Rodríguez Toubes resultó herido de gravedad y quedó incapacitado de por vida.

El fiscal considera que los hechos constituyen delitos de atentado, asesinato consumado, asesinato frustrado, depósito de armas de guerra y estragos.

Al día siguiente será juzgado Germán Rubenach por hacer estallar, el 21 de agosto de 1988, un coche-bomba al paso de una patrulla de la Guadia Civil por el cruce de las calles Doctor Huarte y avenida Yerri, de Estella (Navarra).

La explosión causó la muerte a los ocupantes del vehículo, José Ferri Pérez y Antonio Fernández Alvarez, y lesiones a una mujer y su hijo de 11 años, que transitaban por el lugar.

Las penas solicitadas por el fiscal para el terrorista ascienden a un total de 74 años por delitos de atentado, asesinato, robo, lesiones y estragos.

MUERTE DE MIKEL CASTILLO

Por otra parte, el día 7 se celebrará la vista cotra Bautista Barandalla y Juan Carlos Pérez Ojuel, miembros del "Comando Amaiur", por el intento de asesinato de un traficante de drogas, delito que iba a ser consumado en Pamplona por Mikel Castillo el mismo día que fue abatido a tiros por la policía, en septiembre de 1990.

Según el escrito de acusaciones, los tres etarras esperaban al traficante Enrique Muñoz Barrio, "El brillantinas", en las cercanías de su casa cuando fueron sorprendidos por la policía, momento en el que se produjo un tiroteo en e que murió Castillo.

El agente autor de los disparos, Rafael Navarro, fue absuelto hace un mes por la Audiencia de Pamplona del delito de homicidio del que se le acusaba por estos hechos.

En la misma acción fueron detenidos Barandalla y Pérez Ojuel, para quienes el fiscal pide un total de 92 años por delitos de asesinato en grado de tentativa, pertenencia a banda armada, tenencia de explosivos y depósito de armas.

Asimismo, esta misma semana serán juzgados el etarra Fernando de Luis Astarloa por el asesinato de un taxista confidente de la policía, y otros tres activistas de la organización por atentar contra un concesionario de Peugeot-Talbot en Zarauz (Guipúzcoa).