Según consta en la sentencia, los magistrados consideran probado que Orkatz Gallastegui, siguiendo instrucciones de ETA, recabó información sobre horarios, vehículo y medidas de seguridad del juez Lidón.

Cuando tuvo todos los datos se los transmitió a la persona de ETA que se los había pedido y este último individuo remitió la información a los asesinos.

Así, el 7 de noviembre de 2001, dos individuos abordaron el coche en el que Lidón se dirigía al trabajo, saliendo de su casa, y le dispararon, provocándole la muerte.

Para los magistrados, los hechos descritos son constitutivos de un delito de asesinato terrorista del que es responsable Orkatz Gallastegui, por lo que le impone una condena de 26 años de prisión y 20 de inhabilitación absoluta.

Asimismo, le condenan a indemnizar con un 1.005.963 euros a los herederos de Lidón, tanto por su fallecimiento como por los daños causados en el vehículo.