Estas fuentes aseguraron que Angulo Iturrate fue encontrado sin vida en el recuento de presos de las ocho de esta mañana, momento en el que los funcionarios descubrieron su cuerpo sin vida junto a una silla y vieron como el recluso llevaba un cordón enrollado en la mano.

El fallecido, que estaba clasificado en primer grado, no compartía celda con ningún otro interno e ingresó en prisión en 1996 para cumplir una condena de 34 años de cárcel por los delitos de pertenencia a banda armada, falsificación de documentos, tenencia de explosivos y depósito de armas.

Aunque la condena impuesta al etarra era de 34 años, la misma había sido acumulada a 20 años, lo que supone que ésta era la pena real que el terrorista debía pasar en prisión.

Asimismo, desde Instituciones Penitenciarias se explicó que el fallecido recibió la pasada semana la visita de dos amigas. Al mismo tiempo, tras descubrir el cadáver, la dirección de la cárcel de Cuenca inició los trámites para informar al juez y a los familiares de lo ocurrido.