Zapatero visitó en Zaragoza la capilla ardiente del presidente del PP en Aragón, Manuel Giméne Abad, asesinado ayer por ETA, y expresó en nombre de todos los demócratas su solidaridad con la familia y con los militantes y dirigentes de este partido.

Al conjunto de la ciudadanía, el líder socialista recordó que las bases de la unidad democrática "deben ser los elementos que nos conduzcan a ganar la batalla frente al terror, frente a la violencia, que busca únicamente dañar la democracia, impedir la libertad y la convivencia justa entre todos los españoles y entre todos los vascos".

Rodríguz Zapatero rechazó hablar de política, por entender que hoy lo que corresponde es solidarizarse con la familia de Giménez Abad y prestarle todo el respaldo moral posible.

"El proceso electoral no lo parará ni ETA ni ningún violento. Mañana continuará, salvo para los que han decidio de forma absolutamente execrable continuar la campaña electoral, y será el momento de recuperar las ideas", dijo.

Sin embargo, sí precisó que el PSOE "tiene las ideas claras desde hace mucho tiempo en torno a la situacón del País Vasco, al voto que queremos pedir a los ciudadanos, y a lo que tiene que pasar después del trece de mayo. Las hemos expresado en muchas ocasiones. La posición del PSOE será autónoma, fruto de la decisión de sus órganos competentes", concluyó.