Zapatero inició su declaración, efectuada en los pasillos del Congreso, expresando "el profundo dolor" que invade a toda la familia socialista tras el asesinato e Ernest Lluch. "Se trataba de un compañero querido, de un ciudadano en primer lugar, de una persona que había sido ministro del Gobierno de Felipe González, representante de la soberanía popular y, evidentemente, ETA ha intentado dar un nuevo zarpazo en el corazón de muchas cosas tan positivas de este país que estamos recordando estos días".

"Quiero también en este momento, en nombre de la familia socialista", agregó Zapatero, "recordar en primer lugar a la familia de Ernest Lluch, transmitirle nuesta condolencia, como ya hemos hecho, pero también recordar a todas las familias que han sido víctimas de esta lacra que es el terrorismo".

El secretario general del PSOE hizo también "un llamamiento a la unidad de todos los partidos políticos, a la sensatez, a la convicción de que el Estado de derecho tiene instrumentos suficientes para ganar a la violencia terrorista y etarra, para ganar la libertad y la vida a los ciudadnos de este país y, especialmente, del País Vasco".

"Creo que es preciso", rsaltó, "que todos los demócratas redoblemos nuestras iniciativas, redoblemos nuestra capacidad de acción política, redoblemos todas las posibilidades que el Estado de derecho da, y reencontremos un diálogo absolutamente sincero, permanente y continuo".

"Creo que hoy más que nunca", concluyó, "los españoles quieren que todos los partidos políticos del arco democrático hablen con una sola voz, respondan a un mismo objetivo, trabajen permanentemente juntos. Ese va a ser el objetivo fundamental que vamoscontinuar en las próximas semanas, y espero que ese requerimiento sea atendido de una manera sincera por todos los partidos políticos".