"Tenemos que estar tranquilos, pero también tenemos que estar preocupados. Es cierto que el comunicado más eseado que esperamos es el último comunicado, en el que ETA diga que deja la actividad violenta definitivamente", dijo Redondo a la Ser. "Mientras tanto, como eso no va a suceder ni hoy ni mañana, tenemos que actuar inteligentemente, todos y, sobre todo, el Gobierno".

A su juicio, lo que ETA está haciendo en su comunicado de ayer es exigir más nacionalismo radical -en línea con la declaración de Estella- tanto al PNV como a los demás firmantes del Pacto de Lizarra.

"Estoy convencido de que este cmunicado -y su retraso- tiene mucho que ver con las eleccioens del 13 de junio. ETA estuvo esperando un magnífico resultado para los firmantes de Estella; no sucedió así -sucedió justo lo contrario, el PNV tuvo un resultado adverso, entre otros motivos porque trasladó mucha responsabilidad institucional a HB, perdió Vitoria, perdió Alava-, y en ese sentido han estado reflexionando sobre lo que tenían que hacer y han concluido, lamentablemente, en este comunicado".

En su opinión, se trata de un comunicdo amenazante dirigido al sector del nacionalismo vasco que ha demostrado planteamientos moderados y razonables y que siempre había entendido que Lizarra era una propuesta exclusiva y radicalmente nacionalista, que podía crear conflictos en la sociedad.

"Ahora lo que nos falta por saber, en esta encrucijada, es qué es lo que va a hacer el PNV. Yo creo que van a hacer algo distinto a lo que deberían hacer", agregó. "Este comunicado va a ser una excusa magnífica para un sector radical del nacionalismo vsco integrado en el PNV, de tal manera que en septiembre, probablemente, intensifiquen esa relación amorosa, pasional, con HB, ahora en ayuntamientos y diputaciones forales, y el comunicado les viene bien en ese sentido".

Redondo opina que, por el contrario, lo que debería hacer ahora el PNV es aceptar la mano que les ha tendido el PSOE: "No sería una mala contestación a esa amenaza de ETA una relación más intensa con los socialistas vascos, de tal manera que, desde el País Vasco, una relación con nostros más intensa pudiera liderar el proceso de paz, y esperando que desde el resto de España, el Gobierno de la nación, concretamente el señor Aznar, se enfrentara a su propia responsabilidad liderando y tomando la iniciativa en base a una estrategia común de todos los partidos políticos".