En una entrevista que publica el dominical "La Revista" del diario "El Mundo", Sarasqueta declara que la situción de los vascos ha mejorado con la democracia, "y a eso no ha contribuido en nada absolutamente la lucha armada".

Sarasqueta, que colaboró en el asesinato de Pardines Arcay el 7 de junio de 1968, está en la actualidad en contra de la lucha armada y dice avergonzarse de lo que está haciendo ETA. "No han asqueado hasta el extremo de sentir una tremenda vergüenza el día del asesinato de Miguel Angel Blanco", afirmó.

Sobre la solución al problema de la violencia, este ex miembro de ETA opina que l "única iniciativa" que le parece viable es la unión de los sindicatos ELA y LAB, que sirva para "dar un paso en la pacificación".

Este primer condenado de ETA por asesinato pasó nueve años en la cárcel hasta la amnistía de mayo de 1977, que indultaba parcialmente a 19 presos de ETA con delitos de sangre y los extrañaba fuera de España.