En una sentencia notificada hoy, los magistrados dan por probado que, en 1986, cuando se cometieron los dos atentados frustrados, "Pototo" era uno de los dos integrantes del "comando Vizvaya" de la banda terrorista ETA.

Así, tras robar un coche a puna de pistola y atar a su propietaria a un árbol, Achurra Egurola y su compañero colocaron sobre el vehículo dos tubos lanzagranadas con cargas anticarro y antipersona conectados a un temporizador. Inmediatamente después, situaron el automóvil frente al cuartel de la Guardia Civil de Durango.

De esta forma, al ser lanzadas contra la fachada del cuartel, "las granadas causarían la muerte a cuantos guardias y familiares fuera posible", señala la sentencia.

No obstante, antes de que el dispositivo enrase en funcionamiento, la Policía Municipal de Durango recibió la noticia de que una joven había sido abandonada atada a un árbol. Al acudir a rescatarla, ésta les alertó de lo ocurrido.

"El equipo de desactivación de explosivos de la Guardia Civil logró desactivar el artefacto cuando faltaban 2 minutos y 45 segundos para la explosión"añade.

BOMBA LAPA

Por otra parte, un mes más tarde, Julián Achurra Egurola colocó un nuevo explosivo en los bajos del agente de la Guardia Civil de Baracaldo Jua Fernández Gutiérrez.

Sin embargo, el artefacto pudo ser desactivado por los artificieros gracias a que la víctima observó los bajos de su coche antes de acceder a él. De la misma manera que en el caso anterior, Pototo dejó huellas dactilares en el lugar de los hechos, lo que ha permitido a la Sección Segunda de la Audiencia Nacional dar por probada su participación en los hechos.

Este ha sido el primer juicio celebrado contra "Pototo" desde que se produjo su extradición a España por parte de lasautoridades francesas, el pasado mes de abril. Este miércoles tendrá lugar el segundo juicio contra Achurra por el presunto asesinato en Bilbao del policía nacional Julio Sánchez Rodríguez.