El fuerte arraigo del "comando Donosti" en la provincia de Guipúzcoa, de cuya actividad más allá de sus límites apenas se tienen datos policiales, y el hecho de que la "respuesta" etarra a la desarticulación de los comandos "Araba" y "Andalucía" se haya ceñido a actuaciones en la mencionada provincia, avalan la hipótesis de que este comando no extenderá sus acciones al resto del territorio peninsular.

No obstante, los expertos consutados no descartan que los recientes éxitos policiales, que han permitido desarticular en el plazo de seis meses a tres de los comandos más activos de los últimos años ("Vizcaya", "Araba" y "Andalucía"), hayan forzado a la dirección de ETA a replantearse los objetivos del "Donosti".

En este sentido, una supuesta reactivación de la labor terrorista del llamado "complejo Donosti" podría cubrir el vacío provocado en materia de actividad terrorista por la actuación policial, al desmantelar casi por compleo la red etarra fuera del País Vasco.

Aunque con cautela, la policía sospecha que el "Donosti" goza del armamento suficiente para poder actuar sin estrecheces. Un material cuya mayor parte se encuentra escondido en Guipúzcoa y que estaría formado por abundante armamento y munición, explosivos (amonal y amosal) y granadas, como así lo acreditan las recientes actuaciones del comando.

La policía es consciente del inestimable apoyo social con que cuenta el "Donosti" en Guipúzcoa, lo que, unido a la epecial orografía de esta provincia, dificulta enormemente las tareas policiales tendentes a su desarticulación.

Tanto es así, que tampoco se dispone de información suficientemente amplia sobre el número de integrantes que componen el "complejo Donosti" (algunas fuentes lo cifran en 150 personas), los "pisos franco" que podría tener o el cuadro de terroristas de élite que podrían pertenecer a su actual estructura.